Lo que comenzó como un conjunto de publicaciones llamativamente baratas en redes sociales terminó revelando un circuito clandestino que operaba desde hacía tiempo. La Policía porteña irrumpió en varios inmuebles de Villa Devoto y secuestró 58 heladeras exhibidoras pertenecientes a Maltería Quilmes, cuyos logos y numeraciones internas confirmaban que no podían estar en manos privadas.
Las publicaciones —que mostraban equipos en aparente “excelente estado” y ofrecidos a precios muy por debajo del valor real— habían despertado sospechas dentro de la empresa cervecera. Tras un relevamiento interno, se constató que varias de esas heladeras habían sido entregadas bajo contratos de comodato a comercios que ya no las tenían en su poder.
Esa irregularidad motivó una denuncia y dio pie a una pesquisa que apuntó directamente a la reventa ilegal. Investigadores de la División Defraudaciones y Estafas comenzaron a rastrear perfiles digitales que cambiaban cada pocas semanas, movimientos de retiro de mercadería y rutas de traslado hacia depósitos utilizados como talleres de reacondicionamiento.
El hilo conductor llevó a los agentes hasta la zona de Tinogasta al 5000, donde una serie de viviendas y locales funcionaban como puntos de almacenamiento. En esos espacios, según determinaron los pesquisas, las heladeras eran revisadas, reparadas y fotografiadas para luego volver a aparecer en redes bajo identidades falsas.
Al momento de los allanamientos, los oficiales encontraron el lote completo de 58 exhibidoras en distintos grados de reacondicionamiento. La presencia de técnicos especializados de la empresa permitió verificar que todos los equipos pertenecían al stock cedido en comodato y que su comercialización era ilegal.
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En las propiedades se identificó a cuatro personas que cumplían funciones operativas dentro de la operatoria: desde el mantenimiento de los equipos hasta la gestión de las publicaciones online. Todos quedaron vinculados al expediente judicial, que ahora busca establecer qué volumen de heladeras pudo haber circulado por fuera de la trazabilidad legal.
La causa quedó bajo la órbita del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Nº 37, que dispuso el secuestro de todos los elementos y el análisis de documentación hallada en los depósitos, entre ellos cuadernos con registros de entregas, listas de precios y contactos comerciales.
Las autoridades sospechan que la actividad tenía una proyección mayor y que las heladeras incautadas podrían representar solo una parte del circuito ilícito. En los próximos días continuarán las medidas de prueba para determinar si existieron otros puntos de acopio o intermediarios involucrados.

