Pasan las horas y la investigación por el crimen de la psiquiatra Virginia Franco, descubierto el último sábado en City Bell, se presenta compleja, aunque manejan una hipótesis de la que los detectives prefieren no dar indicios, informaron fuentes judiciales a Infocielo.
“Estamos en el proceso de validar una línea de investigación, aunque en verdad la pesquisa es compleja”, explicó una fuente con acceso al expediente.

Los detectives relevan con minuciosidad las grabaciones de las cámaras de seguridad de la zona de Cantilo entre 15 A y 17, donde residía la víctima, y esperan el análisis de los rastros tomados por peritos en la escena del homicidio.
La dificultad se da en la ausencia del celular de la psiquiatra, ya que los mensajes de ese aparato podrían dar mucha información sobre las últimas horas de la víctima.
El amigo de la profesional, quien fue demorado unas horas, ya no está en la mira de los investigadores. “Se ha mostrado colaborativo”, dijo uno de los pesquisas.
“No podemos determinar si además del celular el asesino se llevó objetos de valor. Es que Franco era viuda, no tenía hijos y vivía sola”, aportó otra fuente del caso.
El fiscal Álvaro Garganta encabeza la pesquisa y trabaja con el Gabinete de Homicidios de la DDI La Plata.
La hipótesis que manejan la mantienen en reserva, pero es posible que en las próximas horas haya novedades.
De buen pasar económico
Como se recodará el informe preliminar de la autopsia indicó que la profesional sufrió varios cortes en el cuello y que la causa del deceso fue un shock hipovolémico, por el desangrado.
El cuerpo fue encontrado en un pasillo de la cocina comedor de la finca ubicada en Cantilo entre 15 A y 17, boca arriba y vestido con ropa de cama, con una cartera cerca y desorden en el lugar.
Un vocero aseguró que “no había ninguna abertura forzada, estaban todos los electrodomésticos como TV y otros, la notebook conectada arriba de la mesa. En la casa había dos autos de la mujer que nadie tocó”.
Trascendió que la profesional tenía un buen pasar económico y que el amigo que estuvo demorado le manejaba las cuentas bancarias, plazos fijos y redes sociales, y hasta entraba y salía de la casa como quería.

