En la provincia de Buenos Aires, cuando un magistrado o funcionario judicial es denunciado por mal desempeño, abuso de autoridad u otras faltas que pueden derivar en su destitución, interviene el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados y Funcionarios Judiciales.
El marco normativo lo contempla la ley provincial 13.661, que regula el proceso de enjuiciamiento y brinda detalles sobre cómo se desarrolla el procedimiento de los jurys.
Primero, se reciben denuncias ante la Secretaría Permanente del Jurado. Estas denuncias pueden venir del Procurador General, de particulares o del Colegio de Abogados, según el caso. En el caso de la jueza Julieta Makintach, tras el fallido juicio por la muerte de Diego Maradona, se acumularon ocho denuncias: siete particulares y una del Procurador General bonaerense.

El jurado de enjuiciamiento se conforma con cinco legisladores bonaerenses y cinco conjueces, designados por sorteo y es presidido por el presidente del máximo tribunal de justicia.
Ese jurado verifica en una audiencia si es competente para tramitar el caso, y decide si procede el procedimiento de jury y si corresponde el apartamiento preventivo del magistrado. En el caso de Makintach, se decidió su apartamiento preventivo de forma indefinida.
Luego se abre el traslado: los denunciantes presentan las imputaciones formales y el magistrado tiene plazo para presentar su descargo. Posteriormente, el jurado se reúne nuevamente para decidir si admite la acusación y, de ser el caso, pasa a la etapa de enjuiciamiento con pruebas, alegatos y sentencia.
Posibles sanciones y escenarios
Las sanciones que puede dictar el jurado incluyen desde una mera amonestación hasta la destitución del magistrado. En el interín, el magistrado suele estar suspendido o apartado preventivamente, lo que implica que no puede ejercer el cargo ni percibir su remuneración habitual. En el caso de Makintach, su salario sufrió retención del 40 % durante la suspensión.
Uno de los escenarios clave es que si el magistrado presenta su renuncia y esta es aceptada, el proceso puede perder objeto. En su caso, Makintach presentó una carta de renuncia dirigida al gobernador bonaerense, lo que podría hacer que el jury quede en estado de “abstracto”.
¿Qué viene para Makintach?
Dado que ya fue admitida la competencia del jurado y fijada fecha para su inicio, lo que sucedió este jueves en La Plata, el proceso está en marcha.
Ahora la defensa deberá presentar sus argumentos, y los denunciantes sus hechos probatorios. Si el jurado decide reconocer la acusación, se pondrá en marcha la etapa final, en la que puede dictarse la destitución. Si renuncia antes de la sentencia y esa renuncia es aceptada, podría evitarse una sanción formal pero quedará registrada la investigación.
En resumen: el procedimiento es riguroso, público en sus audiencias principales, y apunta tanto a garantizar la responsabilidad judicial como a preservar el funcionamiento del Poder Judicial.
En el caso de la jueza Makintach, plantea un debate institucional de alto impacto y seguimiento público, con un trayecto que puede culminar en su remoción o en una salida negociada antes del fallo.

