El 19 de diciembre de 2009, Estudiantes perdió un partido “de pedo”. Lo dijo así Lionel Messi hace unos años, invirtiendo pronombres, refiriéndose no tan eufemísticamente al modo en el que aquel Barcelona que integraba -el mejor equipo de todos los tiempos, para muchos- se llevó un 2-1 en Abu Dhabi para ganar el Mundial de Clubes.
Mientras en Buenos Aires y aledaños diluviaba y en La Plata se lamentaban la caída, el mundo entero se refería a cómo Alejandro Sabella había conseguido neutralizar a la mayor potencia que haya visto el siglo.
El planteo de Pachorra se volvió viral en modo documental. También fue elogio de Pep Guardiola, autor intelectual de aquel cuadro de época. “Nos hizo sufrir tanto con un fantástico equipo. Qué bonita fue la experiencia”, contaba hace tiempo el catalán.
Sin embargo, este viernes un comentario de Marcelo Gallardo en relación a aquella postura adoptada por Estudiantes generó resquemor en UNO y su periferia. ¿Qué pasó? ¿Qué tiene que ver el técnico de River con la final de un Mundial de Clubes que se jugó hace 16 años?
La frase de Gallardo que causó revuelo
FUENTE: ESPN
En diálogo con ESPN -y al referirse a cómo plantear los encuentros ante adversarios de mayor piné- Gallardo expresó que “me pasó cuando nos enfrentamos al mejor equipo de los últimos 20 años, que fue el Barcelona de Luis Enrique. Tenían posesión, calidad técnica, desequilibrio individual… todo. ¿Y ante eso qué hacés? Salís a disputarlo. Y en la disputa podés ser inferior”.
Ante esta sentencia, el periodista Nicolás Distasio le recordó el método Sabella para neutralizar al Barsa. Y el Muñeco se alejó de esa idea. “Otra cultura, eh. Otra historia. Eso también hay que entenderlo así. ¿Podría permitírselo? Si a priori sos inferior a tu rival, pero bueno, sos River. Eso no podés perder de vista”, arrancó.
“Tu cabeza tiene que pensar a lo grande. ¿Te vas a enfrentar a un equipo de igual o mayor jerarquía que vos? Por eso no vas a cambiar todo y decir bueno ahora te convertís ahora en algo que no sos o no te representa”, añadió Gallardo.
Una observación que -si bien estuvo argumentado- causó cierto ruido por tratarse de una de las estrategias más recordadas de un entrenador que aquella noche se ganó el respeto del planeta.
Y es que el Barcelona apenas pudo patear cinco tiros al arco (dos fueron adentro) mientras que Estudiantes fue contundente (la única clara: gol de Mauro Boselli) y llevó así el partido a la prórroga, en el que Messi lo terminó dando vuelta con un gol de pecho gritado por la tensión que se había generado en aquel duelo decisivo en Emiratos Árabes.
Por algo Leo dijo que fue “un partido que sinceramente lo ganamos de pedo: lo empató Pedro y lo ganamos en el adicionado, pero no les pudimos entrar nunca. Estudiantes hizo un partido impresionante”. Otra cultura. Otra historia.

