Es un poco la sensación general, aunque el hincha se ilusione. Porque al fin y al cabo el hincha vive un poco de las utopías. Pero la realidad muchas veces indica otra cosa. Y ese es el ejemplo perfecto de lo que pasa con la posible clasificación de Estudiantes a la Copa Libertadores 2026.
Porque Domínguez invitó, luego de la eliminación ante Flamengo, al hincha a ir por el campeonato. “Tenemos que salir campeones”, dijo al ser consultado sobre las chances de meterse en la Copa del año próximo. Y el hincha lo entendió y apoyó, aunque la realidad le dio un cachetazo fuerte: 1 a 1 con Newell’s en el final del partido, el robo con Barracas y el empate en tiempo de descuento ante Belgrano…
Pero no solo los hinchas entendieron que es difícil jugar la Libertadores, los dirigentes también. Saben que este era el año de la Copa. “Decidimos no vender en el último mercado porque después de Cerro eran cinco partidos para ganar el torneo”, explicó Juan Martin Ongay, Secretario de Finanzas, en diálogo con Cielosports Radio.

La Libertadores, demasiado lejos
Estudiantes ocupa la decimotercera posición en la tabla, está a 11 de la zona de clasificación directa a la Copa por tabla general y a cuatro de Sudamericana.
Es por ello que los dirigentes, con una mirada sumamente realista, armaron el presupuesto de 2026 con el equipo en zona de Grupos de Sudamericana y no de Libertadores. “En el balance presupuestamos la fase de grupos de la Copa Sudamericana. Si bien el torneo tiene prestigio, no deja tanto dinero”, manifestó Ongay.
Y tiene razón: por cada partido como local, la Libertadores aporta un millón de dólares y la Sudamericana solamente 300.000. la diferencia es abismal y Estudiantes se lamentará, de no jugar la Copa, por la cantidad de puntos que dejó en el camino en medio de un año sumamente irregular.