Eliminaciones de esas que dan orgullo. Sí, porque Estudiantes cayó con la frente en alto y si bien no logró el objetivo, representó a la institución como manda y marca su historia. Se enfrentó con mayor convicción al poderío de Flamengo, le ganó el partido igualando la serie e incluso pudo hacer un gol más para evitar los penales. De pie, Pincha.
El equipo de Domínguez comenzó el partido mostrando una actitud completamente diferente a la que dejó luego de los primeros 45 minutos en el Maracaná. No solo hizo un buen primer tiempo, sino que por momentos fue mejor que el Mengão. Presionó alto, siguió de cerca a los receptores, redobló marcas y estuvo atento a la segunda pelota, ganando divididas e imponiéndose en los mano a mano.
Un esfuerzo y un sacrificio que tuvo su recompensa. Porque si bien es cierto que Flamengo supo tener la pelota y manejar tramos del primer tiempo, Estudiantes lo equiparó haciendo un gran desgaste y sin perder de vista el arco de Agustín Rossi, encontrando, sobre el final, el gol que empató la serie. Un golazo de Gastón Benedetti que sorprendió a todos llegando por detrás y le rompió el arco al arquero argentino.
Ya en el complemento, el equipo de Domínguez se fue replegando cada vez más en el fondo y jugó decididamente de contra, buscando permanentemente a Carrillo como referencia y jugando a la segunda pelota para generar peligro. De esa manera, incluso, llegó el segundo gol del lateral, que luego fue anulado por fuera de juego.
Los 180 minutos terminaron igualados y la serie se fue a los penales, pero por la actitud, la insistencia y la entrega, el Pincha mereció ganar la vuelta en UNO por una diferencia mayor y, por consiguiente, pudo conseguir el pase a semis antes de la ejecución de los disparos desde los doce pasos. Algo impensado, quizás, luego del primer tiempo disputado en el Maracaná.
Los penales no estuvieron de su lado, el propio Benedetti y el Ruso Ascacibar no pudieron con Rossi y el pase a semifinales fue para Flamengo. Esta noche, la única deuda del Pincha fueron los penales, el único aspecto en el que falló. Por lo demás, orgullo. Porque peleó de igual a igual ante el poderío brasileño, lo superó en actitud y estuvo a nada de llevarse la serie. Nada que reprochar.