Lionel Messi volvió a pisar el Camp Nou. Lo hizo en silencio, de noche, pero su visita no pasó desapercibida. En sus redes sociales compartió una imagen del estadio vacío y una frase que agitó el corazón de los culés.
“Anoche volví a un lugar que extraño con el alma. Ustedes me hicieron sentir mil veces la persona más feliz del mundo. Ojalá algún día pueda volver, y no solo para despedirme como jugador, como nunca pude hacerlo…”.
El mensaje fue interpretado como un guiño directo al Barcelona y, al mismo tiempo, como un dardo hacia la dirigencia encabezada por Joan Laporta, con quien Messi mantiene un vínculo distante desde su salida en 2021. Aquella partida, forzada por los problemas financieros del club, impidió la despedida que el rosarino siempre soñó tener.
La visita coincidió con su viaje a España para sumarse a los entrenamientos de la Selección Argentina, que esta semana prepara en tierras catalanas un amistoso que jugará en África ante Angola.. Aprovechando su estadía en el país, el capitán albiceleste decidió acercarse al estadio donde vivió sus mayores glorias.

Pese a la carga emocional, el contexto deportivo indica otra cosa. Hace apenas unas semanas, Inter Miami anunció la renovación de Messi hasta diciembre de 2028, lo que en principio descarta cualquier retorno inmediato al fútbol europeo. Sin embargo, en el entorno del jugador nunca se apaga del todo la idea de un reencuentro con el club de su vida, aunque sea para un homenaje o un partido simbólico.
La visita llega en un momento especial: el Camp Nou sigue en obras y se espera su reapertura completa para 2026. Algunos analistas ya imaginan que ese escenario podría ser la ocasión perfecta para una despedida oficial de Messi con la camiseta blaugrana, después de tantos años de gloria compartida.

Por ahora, el “10” sigue enfocado en su presente en la MLS y en liderar a la Selección Argentina, pero su corazón —y el de millones de hinchas— parece seguir en Barcelona. La frase final de su mensaje lo resume todo: “Ojalá algún día pueda volver”.

