Boca Juniors, uno de los clubes más emblemáticos y laureados del fútbol argentino y mundial, ha sido cuna de grandes talentos a lo largo de su historia.
Todo aquel que tuvo el privilegio de poder ponerse su camiseta y defender sus colores habrá soñado con, por lo menos, gritar un gol en la mítica Bombonera, junto a toda su hinchada. Por eso, convertirse en uno de sus máximos goleadores históricos ya es algo claramente destinado para algunos pocos afortunados.
Dentro de este selecto grupo, destacan cinco futbolistas que se han consagrado como los máximos artilleros de la institución: Jaime “Piraña” Sarlanga, Francisco “Pancho” Varallo, Domingo Tarasconi, Roberto Cherro y Martín “El Loco” Palermo.
Estos nombres no sólo resuenan en la memoria de los hinchas, sino que también representan diferentes épocas doradas del club.
Martín Palermo: El “Titán” de los goles
Martín Palermo, conocido como el “Titán”, es el máximo goleador histórico de Boca Juniors con 236 goles en 404 partidos oficiales.
Su carrera en el club abarcó dos períodos (el primero entre 1997 y 2000 y el segundo fue de 2004 a 2011), durante los cuales se convirtió en un verdadero ídolo y obtuvo torneos locales, Copas Libertadores e Intercontinental, dónde convirtió dos tantos ante la superpotencia del Real Madrid.
Con su imponente presencia en el área, Palermo se destacó por su capacidad para marcar en momentos decisivos, incluyendo goles memorables como el de cabeza desde fuera del área contra Vélez Sarsfield en 2009, que hasta el día de hoy sigue siendo un récord Guiness.
Roberto Cherro: El “Cabecita de Oro
Roberto Eugenio Cherro, conocido cariñosamente como “Cabecita de Oro”, anotó 221 goles en 305 partidos entre 1926 y 1938.
Su extraordinaria habilidad para cabecear y su potencia física lo convirtieron en una leyenda de la época amateur y los primeros años del profesionalismo.
Cherro fue parte fundamental de la transición de Boca al fútbol profesional, consolidando su lugar en la historia del club. Durante casi 90 años fue el máximo artillero, hasta que fue destronado por Palermo
Domingo Tarasconi: El goleador pionero
Domingo Alberto Tarasconi, con 193 goles en 236 partidos entre 1922 y 1932, fue uno de los primeros grandes artilleros de Boca Juniors.
Su habilidad para definir dentro del área y su precisión con ambos pies lo destacaron en la era amateur del fútbol argentino.
Tarasconi no solo brilló en Boca, sino también con la selección argentina, siendo el máximo goleador del Campeonato Sudamericano de 1925.
Francisco Varallo: El “Cañoncito”
Francisco “Pancho” Varallo, conocido como el “Cañoncito” por la potencia de sus disparos, anotó 194 goles en 222 partidos para Boca Juniors entre 1931 y 1939.
Varallo fue una pieza clave en el ataque durante la década del 30, una era de gran competencia en el fútbol argentino.
Su capacidad goleadora y su velocidad le permitieron destacarse y dejar una huella imborrable en el club.
Jaime Sarlanga: Una Piraña suelta en el área
El abuelo del empresario Juan Pablo Sarlanga, quien defendió la camiseta de Boca entre 1940 y 1948, anotó 129 goles en 204 partidos oficiales.
Su versatilidad como delantero, capaz de jugar en diferentes posiciones del ataque, y su instinto goleador lo convirtieron en un ídolo de la década del 40. Y dado a su capacidad de estar siempre en el lugar indicado, provocó que fuera apodado como “Piraña”.
Sarlanga fue fundamental en la obtención de varios títulos locales y su legado perdura en la historia xeneize. Hasta el día de hoy también posee otro récord en el Xeneize: la mayor seguidilla de goles por partido. Además fue el primero en conseguir un hat-trick en una final.
Estos cinco goleadores no solo acumularon cifras impresionantes, sino que también dejaron un legado imborrable en la historia de Boca Juniors. Sus hazañas en la cancha, sus goles y su amor por la camiseta azul y oro han hecho de ellos verdaderos íconos del club. Cada uno, a su manera, ha contribuido a engrandecer la rica tradición futbolística de Boca Juniors, convirtiéndose en héroes eternos para generaciones de hinchas.
El debate sobre profesionalismo y amateurismo
Jaime Sarlanga dejó una huella imborrable en la historia del fútbol, especialmente en Boca Juniors, uno de los clubes más importantes de Argentina y Sudamérica. Durante los 9 años que jugó para el Xeneize, participó en 220 partidos que incluyeron competencias locales, copas nacionales e internacionales, así como encuentros amistosos. En ese período, anotó 129 goles, colocándose entre los máximos goleadores del club.
En esta lista, el abuelo de Juan Pablo Sarlanga solo fue superado por Domingo Tarasconi, quien anotó 191 goles entre 1922 y 1932; Francisco Varallo con 194 goles entre 1931 y 1939; Roberto Cherro con 218 tantos entre 1926 y 1938; y el máximo goleador Martín Palermo, con 236 goles, quien tuvo dos etapas en Boca: de 1997 a 2000 y de 2004 a 2011.
Aunque la diferencia entre Palermo y Sarlanga es notable, con 107 goles de diferencia, muchos consideran que Sarlanga debería ser reconocido como el segundo máximo goleador del club si se consideran solo los registros de la era profesional. Esto se debe a que Tarasconi, Varallo y Cherro jugaron en la época amateur.
Muchos especialistas y aficionados del fútbol distinguen entre los logros de la era amateur y la era profesional debido a factores como la existencia de menos equipos de fútbol, cambios en las reglas y la desaparición de ciertos torneos y copas nacionales, lo que hacía “más fácil” anotar más goles en el pasado.
Por lo tanto, si se considera únicamente la era profesional, el abuelo de Juan Pablo Sarlanga sería el segundo goleador más destacado de Boca Juniors. Sin embargo, si se incluyen los goles de la era amateur, ocuparía el quinto lugar, lo cual sigue siendo un logro impresionante para un club con tanta historia y una cantidad tan grande de jugadores destacados.