Estudiantes juega este domingo con distintos objetivos en la cabeza. Uno: recuperarse del golpe que significó la caída ante Boca en UNO. Otro: cosechar tres puntos ante Tigre para quedarse con uno de los ocho slots que ofrece la zona A para los octavos de final del torneo. Y el tercero: dejar viva la esperanza de jugar un torneo internacional en 2026.
Si gana el partido ante Tigre, Estudiantes se asegurará el lugar en los playoff. Un paso adelante en un semestre con irregularidad. Ahora bien: las matemáticas seguirán siendo parte de la cotidianeidad de Estudiantes si desea meterse en la Copa Sudamericana. Ahí sí tiene un problema: no depende de sí mismo, sino que también tendrá que observar otros resultados.

Por lo pronto, Estudiantes necesita ganar los dos partidos para mantenerse con esperanzas internacionales. Una ventaja: se medirá ante un rival directo por esa lucha este domingo en Victoria. Si derrota a Tigre, entonces tendrá que esperar a cómo se den las combinaciones en la última fecha de la fase de grupos.
En caso de meter un pleno frente al Matador y en la última fecha contra Argentinos (que también estará urgido: pelea por una plaza en la Libertadores), tendrá que estar con la radio o el stream pegado al oído. Y es que ahí necesitará que Lanús no le gane a Atlético Tucumán -si empatan, el Pincha tiene mejor diferencia de gol-, que Huracán no derrote a Barracas y que Tigre no meta un batacazo contra Boca en la Bombonera.
Las combinaciones son complicadas. Es cierto. Tanto como que con tantos vaivenes en el torneo, el hecho de que dos triunfos lo mantengan con vida es una buena señal de cara a este sprint final de fixture en la liguilla.
La chance de jugar la Copa Libertadores

Lo dicho: ganando, Estudiantes se meterá en los playoff. Y, en caso de no llegar a lograr la clasificación a la Copa Sudamericana, paradójicamente seguirá latente la chance de jugar la Libertadores. Y es que ganando el Clausura, el equipo de Eduardo Domínguez se asegurará la plaza directa a la fase de grupos de la CL 2026.

