El Mundial de Clubes está echando por tierra la supuesta supremacía europea por sobre lo latinoamericano. Y el último en dar cuenta de lo dicho fue el Botafogo. El último campeón de la Copa Libertadores superó 1-0 al PSG, que se quedó hace semanas con la última Champions League, y lo hizo con una actuación destacada de un protagonista que en UNO, ante Estudiantes, no la pasó nada bien.
John Victor, aquel arquero que fuera responsable en el festejo de Guido Carrillo para el 1-0 del Pincha ante el Fogao, mostró su mejor versión frente a los de Luis Enrique y fue vital para una victoria de la cual se hizo eco el mundo. Así, cambió aquel blooper en el terreno por las ovaciones de los suyos, y nada menos que en un escenario global.
Con el cruce ante los parisinos arriba 1-0, creció considerablemente en un complemento en el cual los de Renato Paiva hicieron valer el tanto convertido por Igor Jesús en la etapa inicial. Nada menos que ante un elenco europeo que merodeó en todo momento el empate. De hecho, en apeas cinco minutos le sacó un muy difícil cabezazo a Gonzalo Ramos para llevar tranquilidad al Fogao.
Así, poco a poco se fue erigiendo como una de las principales figuras de una victoria que aún resuena en el mundo entero y que dejó a Botafogo como único líder de su grupo, a la espera de lo que será el cierre del mismo nada menos que ante el Atlético Madrid de Diego Simeone y Julián Álvarez. Todo ganancia para los brasileños en general y para un Víctor en particular que pasó de aquel gol insólito a una actuación memorable. Revancha personal, en un escenario muy grande y ante un rival de fuste.