Croacia sorprendió al mundo el pasado miércoles al darle vuelta un partido chivo a Inglaterra para quedarse con el segundo boleto a la Final de la Copa del Mundo, pero el camino hasta ese encuentro decisivo estuvo muy lejos de ser sencillo.
Muchas son las similitudes entre el trayecto que tuvo que desandar el equipo europeo para llegar a Rusia con el que debió atravesar Argentina: un DT que agarró de urgencia, un plantel de figuras que no rendían, malos resultados en la previa y riesgo de eliminación.
Sin embargo, a diferencia de lo que sucedió con el seleccionado nacional, los croatas pudieron construir a partir de allí para aprovechar a una de las mejores generaciones de su historia y conseguir por primera vez meterse en una Final de Mundial.
Quizás sin grandes luces en el juego ofensivo, los croatas supieron entender cómo se juegan este tipo de competiciones, y desde la fase de grupos se mostraron como un equipo ordenado, serio y con carácter, algo que fue clave para superar las adversidades y que Argentina no pudo lograr.
Mucho se habló sobre el poco tiempo de trabajo de Jorge Sampaoli a la hora de excusar la falta de juego en el equipo en la Albiceleste, pero lo realizado por Zlatko Dalic en un lapso todavía menor muestra que ese tiempo era más que suficiente.
PARA APAGAR EL INCENDIO
El 1 de junio de 2017 Jorge Sampaoli asumió oficialmente como DT de Argentina con un contrato de cinco años, pero sobre todo con el objetivo de clasificar a la Selección al Mundial, ya que el equipo se encontraba en zona de repechaje a falta de cuatro partidos.
Después de caer en Bolivia la dirigencia de AFA decidió dar por finalizado el contrato de Edgardo Bauza, quien había reemplazado a Gerardo Martino menos de un año atrás. Con los partidos ante Uruguay, Venezuela, Perú y Ecuador por jugar, Argentina estaba en el límite.
En tanto, cuatro meses más tarde, Zlatko Dalic asumiría como entrenador de Croacia, con su equipo en zona de repechaje, casi sin chances de clasificación directa, a falta de un partido para el final de su participación en el Grupo I. Eso fue el 6 de octubre.
Davor Suker, goleador croata que fue parte del equipo que salió tercero en Francia 1998 y hoy es presidente de la federación, decidió patear el tablero luego del empate con Finlandia, y contrató al ignoto DT del Al Ain de Emiratos Árabes para un duelo crucial ante Ucrania.
FIGURAS SIN RESPUESTAS
Hablar de los nombres que tiene Argentina dentro de su plantel es hacerlo respecto de grandes figuras a nivel mundial, pero a lo largo de las Eliminatorias ninguno de ellos consiguió mostrarse en su verdadero nivel, con la excepción de Lionel Messi (10 PJ y 7 goles).
Ángel Di María (18 PJ y 2 G) fue el que más jugó de los referentes, estando presente en todos los encuentros, pero sin buenos rendimientos. Gonzalo Higuaín (9 PJ y 1 G) y Sergio Agüero (8 PJ y 0 G) no aportaron lo suyo, y los nuevos nombres como Mauro Icardi tampoco fueron solución.
Si bien por historia y recorrido para muchos Croacia puede ser una sorpresa en la Final de la Copa, desde los nombres no lo es tanto, ya que tiene futbolistas jugando en los principales equipos de las ligas más importantes. Sin embargo tampoco ellos anduvieron bien en la clasificación.
Mario Mandzukic (11 P y 5 G) fue quien más puso la cara por su equipo, aportando goles importantes. Sin embargo nombres como Ivan Rakitic (8 PJ y 1 G) y Luka Modric (10 PJ y 1 G), de Barcelona y Real Madrid respectivamente, quedaron en deuda en el juego.
CLASIFICACIÓN Y PREPARACIÓN
El 10 de octubre del año pasado Argentina visitó a Ecuador sabiendo que si ganaba clasificaría a la Copa del Mundo, pero en los primeros minutos el local se puso en ventaja. Sin embargo, con un Lionel Messi inspirado, consiguió llevarse la victoria por 3 a 1.
Un día antes los croatas habían jugado en Kiev ante Ucrania con la certeza de que si no perdían se aseguraban el repechaje. A 28 minutos del final estaban a un gol de quedar afuera, pero con un doblete de Andrej Kramaric consiguieron tranquilidad y ganaron por 2-0.
Ya en el repechaje tuvieron un gran primer partido y se ahorraron todo sufrimiento: el 9 de noviembre golearon a Grecia por 4-1 en Zagreb, y con un empate 0-0 tres días más tarde en Pireo consiguieron asegurar su sufrido boleto a la cita mundialista.
Con el boleto asegurado ambos disputaron algunos amistosos en la previa de la Copa pero no convencieron: Argentina cosechó tres victorias y dos derrotas entre 2017 y 2018, mientras que Croacia totalizó dos triunfos y dos caída antes de llegar a Rusia.
LAS DOS CARAS DE LA MONEDA
El Mundial llegó y los dos seleccionados arribaron con dudas, pero el mes que ambos planteles pasaron junto a sus cuerpos técnicos sirvió mucho más de un lado que del otro: Dalic pareció encontrar el sistema, algo que Sampaoli estuvo lejos de hacer.
El DT argentino probó un esquema distinto para cada partido y ninguno le funcionó, mientras que el bosnio que dirige a Croacia pergeñó una variante que sería clave: Rakitic y Modric dejaron de jugar como doble cinco y empezaron a jugar sueltos, con Marcelo Brozovic a cargo de la marca.
Con este esquema dispuso a Ivan Perisic y a Ante Rebic sobre las bandas, encomendándoles un sacrificio clave para abastecer a Manduzkic en el ataque. ¿El plan B? Retrasar al 9 hacia la izquierda, como juega en la Juventus, y sumar a Kramaric en el área.
Así los croatas se llevaron el primer lugar del Grupo y avanzaron a una mitad del cuadro sin grandes potencias que aprovecharon a la perfección. La Albiceleste, como castigo a no haber encontrado nunca el equipo, quedó del otro lado y se despidió sin pena ni gloria.