Sarmiento dio el gran batacazo de la fecha. El equipo de Facundo Sava, uno de los rivales directos que tiene Gimnasia pensando en la permanencia, venció 1-0 a River en el estadio Monumental y consiguió tres puntos de oro en su lucha. Y allí, entre los juninenses, estuvo Agustín Seyral Echecopar, nieto del mítico Juan Miguel Echecopar, gloria de Estudiantes.
Nacido en Pergamino, el central de 20 años sumó su segundo encuentro como profesional, nada menos que en cancha del Millonario y con una victoria que todavía resuena. A falta de 36 minutos para el cierre, con los de Marcelo Gallardo buscando el empate, el Colorado decidió su ingreso para darle aún más solidez a una última línea que no mostró flaqueza alguna.
Así, tuvo su primera vez ante las grandes luces del fútbol argentino. Y es que, previamente, sólo había jugado algunos instantes ante Barracas Central y ante Independiente, pero ambos encuentros en el Eva Perón de Junín. En la jornada de domingo, y con el Monumental como escenario principal, le dio continuidad a una legado marcado por la gloria de su abuelo. Y, de yapa, complicó aún más a un Gimnasia que no encuentra paz de cara al cierre de la temporada.
El recuerdo y la importancia de su abuelo en su carrera
Un vez culminado el cruce frente a River con victoria para Sarmiento, Agustín Seyral Echecopar reconoció la emoción que sintió con el pitazo final de Sebastián Zunino y el recuerdo inmediato de su abuelo. Ante esto, más tranquilo, repasó en zona de vestuarios lo que sintió al derrotar al Millonario con el Verde.
“Mi abuelo fue una gloria. Lo que más me gusta de él es que todos lo recuerdan, además de por lo que hizo en su carrera, por lo buena persona que era. Trato de, a menor medida por ahora, copiarlo. Y de ser buena persona, tirar siempre para adelante, me toque o no. La emoción fue por él”, explicó el joven defensor de los de Sava.
En diálogo con la señala TNT Sports, el central también se refirió a los recuerdos que tiene con su abuelo, protagonista en los primeros años de su vida, y siempre con una pelota de por medio. “Él falleció cuando yo tenía 6 años, yo era muy chico. Pero los únicos recuerdos que tengo son de él. Me acuerdo que me ponía contra la pared a patear con las dos piernas, de que me iba a buscar a la escuela y me llevaba a fútbol junto con mi abuela Rosarito. Siempre estaba con ellos, con mis viejos. Me acuerdo de todas esas cosas”, destacó.
Por último, hizo hincapié en el pedido de Sava instantes antes de su ingreso. “Entró Borja y vimos que tenían doble 9, así que decidió Sava meter un defensor más. Me dio las indicaciones, me dijo que esté tranquilo. Pero que a la vez le haga mucho caso al Chaco (Insaurralde) que es un referente y sabe un montón. Y que meta. Entré con esas ganas”, sostuvo el pibe.