Lo visto y oído este fin de semana en TV desafía cualquier intento de rigor científico. Ludovica Squirru, quizás sin querer instaló la astrología como tema central en la agenda política. Esta vez, no fue en un Planetario —donde semanas atrás la comunidad científica logró impedir su charla— sino en el programa Tarico Fake News, de TN, conducido por el humorista e imitador Ariel Tarico.
Durante la emisión, Squirru presentó su análisis de la carta natal del presidente Javier Milei con una serie de afirmaciones que podrían ser descritas como “teóricamente interesantes” si el marco fuera la ficción: “Es perro de metal bajo la astrología china, pero nació en una constelación occidental de lo Asirio-Caldeo que no había sido descubierta hasta hace muy poco”, explicó la astróloga.
Teorías cósmicas del presidente
A su juicio, este origen cósmico explicaría ciertas particularidades del mandatario: “Viene de Quirón. Él es de esa constelación y es una constelación que está en observación de astronomía, de astrología y yo estoy segura que viene de otra constelación Milei, que es una persona que puede venir de otro lugar del espacio”.
El momento cumbre llegó cuando Squirru concluyó con lo que para ella constituye una hipótesis casi física del comportamiento presidencial: “Que no es de acá de la Tierra. ¿Y a qué vino? Bueno, vino a producir este quilombo de transmutación total”. La emisión combinó humor, improvisación y esoterismo de alto vuelo, dejando a los televidentes con la sensación de estar presenciando un paper de ciencia ficción en tiempo real.
El contexto previo no puede ignorarse: semanas atrás, Ludovica Squirru había solicitado utilizar el Planetario Galileo Galilei para presentar su horóscopo chino 2026.
Humor, esoterismo y política
La comunidad científica, encabezada por la Asociación Argentina de Astronomía, intervino rápidamente para cancelar la actividad, argumentando que “difuminar las fronteras entre el conocimiento riguroso y las creencias sin fundamento” era un retroceso educativo y un agravio a la institución. Ese eterno choque entre ciencia y pseudociencia tuvo este nuevo capítulo, con la posibilidad de ver a Squirru ofreciendo ahora sus teorías en la televisión, con el respaldo de un ciclo humorístico que, paradójicamente, parece conferirle más credibilidad mediática que un espacio científico.
El marco familiar presidencial agrega un matiz adicional de esoterismo: Karina Milei, hermana del mandatario, es tarotista además de pastelera y secretaria general de la Presidencia. Este entramado hace que las afirmaciones de Ludovica no queden aisladas, sino que formen parte de un ecosistema cultural donde astrología y poder se entrelazan con naturalidad.
El resultado es un collage de absurdos que combina predicciones planetarias, constelaciones recién descubiertas y humor televisivo: un experimento sociocultural que parece más cercano a un paper de la revista Lancet, en tono satírico que a cualquier estudio académico.
La intervención del humorista Ariel Tarico en TN, con su formato de imitaciones y entrevistas, profundizó la mezcla entre realidad política y pseudociencia, dejando al público entre la incredulidad y la risa.
La última aparición mediática de Ludovica Squirru mostró como desde hace 4 décadas su habilidad para transformar cualquier escenario —sea un Planetario cancelado o un set de televisión— en un laboratorio improvisado de astrología aplicada, en este caso a la política.
Mientras tanto, la constelación Milei continúa expandiéndose, al menos en el imaginario cósmico de la astróloga, para desconcierto de los astrónomos y deleite de los espectadores.