Fue un fin de semana con mucho ruido y pocas nueces. Porque aun con la derrota consumada ante Talleres y una campaña espantosa, la chance de que Alejandro Orfila deje de ser el deté de Gimnasia en la previa del Clásico es prácticamente nula.
El técnico dirigió el entrenamiento de la mañana en Estancia Chica y ya empezó a preparar el partido con Estudiantes. En principio eso es síntoma de continuidad, aunque Marcelo Méndez se fue un lunes por la tarde, cuando nadie lo esperaba.
Más allá de la comparativa, el entrenador parece firme para dirigir ante Estudiantes. Pese a que el equipo es una máquina de perder y que está complicado en la carrera por mantener la categoría, en principio el calvo entrenador tendría una chance más para luego definir su futuro.
Decisiones divididas y un apoyo a cuentagotas
Oportunamente este medio contó lo que fue el final del partido ante Talleres, donde los rumores de salida ya estaban instalados. Mientras los hombres de seguridad traban de controlar la salida de vestuarios, las mini reuniones se sucedían con tono informal.
Arrién, vice primero, con Messera. Cowen y Messera dentro del vestuario. Alguien tira un rumor: “Vamos a tratar de que no siga”. Falso. La desmentida oficial no se hace esperar: “No hay chance ni de que se vaya solo y ni de que lo echemos”.
Sin embargo, la CD, que de por sí tiene diversas opiniones, tampoco tiene criterio unificado en torno a Orfila. Hay quienes creen que lo mejor sería que dé un paso al costado y que el Clásico lo dirija Fernando Zaniratto, que ya mejoró al equipo entre Méndez y Flores.
Otros, los gestores de su llegada, creen exactamente lo contrario. Sería un error para ellos que Chano no esté en el banco el domingo porque creen que aún puede sacar adelante la situación.
¿Qué pasará? En el fútbol nunca se sabe, aunque todo hace indicar que esta última postura prevalecerá y Orfila será el deté ante Estudiantes.