Para muchos fue sorpresivo. Para otros no tanto. Algunos ni si quiera lo relacionaron con el espíritu de esta nota… Lo cierto es que el equipo que puso en cancha Eduardo Domínguez en el partido ante Central Córdoba tuvo una particularidad que puede ser un dato pensando en los partidos que se vienen ante el Mengao por los Cuartos de Final de la Copa Libertadores.
Sucede que en Santiago jugaron juntos por primera vez Piovi, Ascacibar, Amondarain y Medina. Cuatro volantes centrales. ¿Con diversas características? Sí, pero volantes centrales, al fin y al cabo.
Si bien es cierto que fue solo una prueba, Domínguez nunca había armado un medio semejante. Casi siempre fue con tres medios de diversas características, pero cuatro volantes de esta naturaleza, nunca. Y los resultados fueron patéticamente negativos. sin ir más lejos, por esa formación le hicieron un gol de amateurs por el costado izquierdo…
El desastre del mediocampo
Tal vez sea una prueba pensando en los cruces con Famengo a tal vez sólo un hecho circunstancial. Más allá de lo que suceda, la formación llamó la atención de algún curioso que observó con detenimiento el rendimiento de cada uno de ellos.
Lo cierto es que no anduvo. El equipo se plantó con Piovi de cinco, Ascacibar a un lado y ¡Amondrain al otro! Jugando casi de volante izquierdo. Una posición que el pibe no siente. El resultado fue el esperado: después del papelón que hizo el equipo en ese rato, el Vasco fue al medio, subió Arzamendia, el equipo no mejoró pero al menos el chico estuvo más cómodo. La prueba de Domínguez no funcionó y el error quedó evidenciado. Fue muy marcado que el DT se equivicó. Quiso inventar algo que era casi imposible que funcione. El detalle es que ese lapso del partido fue clave para que su rival le marque dos goles donde las falencias en la contención quedaron por demás expuestas.