Mientras el Gobierno Nacional sostiene el cepo cambiario y los distintos tipos de dólares, el sector agropecuario (uno de los mayores generador de divisas de la economía argentina) surfea como puede este escenario incierto. Una vez más, los productores de granos parecen ser los más perjudicados. Qué denuncian.
La Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) salió a denunciar que los compradores de la producción (que luego la exportan) no cumplen los contratos y las reglas actuales. Según indicaron, hay “malestar” porque “la persistencia de las distorsiones del tipo de cambio perjudica al productor”. En otras palabras, la política económica favorece a exportadores en desmedro de quienes producen los comodities.
El problema comenzó a tomar forma el 12 de diciembre de 2023 cuando se engendró el llamado “dólar blend“, como reemplazo del “dólar soja“. Esto significa que el sector agroexportador puede liquidar sus ventas con dos tipos de cambio: el 80 por ciento al dólar oficial informado por el Banco Nación y el 20 por ciento restante con la cotización del CCL.
En pocas palabras, CARBAP denunció que los compradores cobran al dólar blend, pero pagan con el tipo de cambio oficial. Esto implica “una pérdida económica significativa en el precio recibido por el productor”, señalaron desde la entidad que preside Horacio Salaverri. A esto le sumaron, que “raramente, casi todos los exportadores” están recurriendo a la misma artimaña para mejorar su margen de ganancias.
Así las cosas, CARBAP instó al sector comprador “a respetar en los contratos en dólares las reglas vigentes”. “Hasta tanto no se unifique el tipo de cambio”, propusieron utilizar el índice que publica la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y el Matba-Rofex para pesificar los acuerdo “de manera transparente”.


