La televisión argentina nunca deja de sorprender. Pero lo que está ocurriendo en “Mañanísima”, el programa que conduce Carmen Barbieri en Canal 13, es algo que pocos hubieran imaginado. Luego de que se anunciara su levantamiento para el 28 de febrero de 2025, la legendaria actriz, vedette y conductora quedó en una posición incómoda.
La noticia la tomó por sorpresa y la dejó, según sus propias palabras, en un estado de “desocupada” para el resto del año, ya que había rechazado otras propuestas laborales confiando en que seguiría en el canal.
Inicialmente, Barbieri había dicho que se iría antes, en enero, pero luego decidió quedarse hasta el final de febrero. Algunos especulan que lo hizo por una cuestión contractual: de haberse retirado antes, podría haber enfrentado sanciones legales.
Sin embargo, la tensión entre la conductora y el canal es evidente, y el clima en Mañanísima se está viendo afectado por esta situación.
Pero lo más llamativo de todo esto es el giro inesperado que tomó el programa desde el lunes de esta semana. Carmen Barbieri, en lugar de conducir desde el estudio como siempre lo hacía, ‘salió a la calle’ a hacer el programa como si fuera una notera o movilera.
Para alguien de su trayectoria, esto es inusual. No es lo mismo que un cronista anónimo detenga a un transeúnte en la calle a que lo haga Carmen Barbieri, una estrella con más de cinco décadas de carrera.
Su sola presencia genera un revuelo entre comerciantes, vendedores ambulantes y peatones, que la saludan, le piden fotos o simplemente se sorprenden de verla en ese rol.
Esta movida tiene diversas interpretaciones. En redes sociales, muchos creen que se trata de una represalia de Canal 13 y sus productores, una forma de “ningunearla” y bajarle el precio antes de su salida definitiva. Algo así como un castigo por su descontento público con el levantamiento del programa.
Sin embargo, otros sostienen que esta situación termina beneficiándola.Y es que en la calle, sin los filtros que impone el estudio, Carmen Barbieri se muestra más suelta, más auténtica, e incluso introduce temas que difícilmente podría abordar desde un programa matutino con línea editorial clara.
En sus recorridas, no tiene ningún tapujo en señalar la crisis económica, la falta de ventas, la recesión y la cantidad de gente en situación de calle, algo que no suele ser bien visto en un canal que mantiene una relación cordial con el gobierno de Javier Milei. Desde el estudio, esto sería más difícil de remarcar, pero en la calle, el contexto mismo se lo permite.
Lo cierto es que este giro inesperado le está trayendo buenos números de rating a “Mañanísima”. Mientras algunos creen que Canal 13 intenta apagar el brillo de Barbieri antes de su salida, ella parece haber encontrado una manera de brillar aún más. La calle le está dando una nueva oportunidad de conexión con la gente, y, paradójicamente, su despedida forzada podría convertirse en un renacimiento televisivo.