La noche del jueves, el programa de streaming conducido por Tomás Rebord en la plataforma Blender se convirtió en un inesperado epicentro de polémica. El invitado del día, Alejandro Fabbri, consagrado memorioso periodista deportivo conocido por su vasto conocimiento sobre la historia del fútbol, relató una anécdota sobre el primer Mundial de fútbol jugado en 1930 en Uruguay.
La historia, que pretendía revivir detalles poco conocidos del torneo, provocó una ola de indignación entre los espectadores uruguayos, quienes criticaron duramente a Fabbri en redes sociales por su versión de los hechos.
La anécdota que contó Alejandro Fabbri sobre el Mundial 1930, que despertó el enojo de los uruguayos en redes
MUSSOLINI, Y LOS ‘TÉMPANOS’ DE URUGUAY
Fabbri comenzó su relato contextualizando la elección de Uruguay como sede del primer Mundial, mencionando que Jules Rimet, presidente de la FIFA en ese momento, decidió otorgar la organización del torneo al país sudamericano por haber ganado las medallas de oro en los Juegos Olímpicos de 1924 y 1928.
La construcción del Estadio Centenario en tiempo récord fue otro de los logros destacados por Fabbri, quien, en tono de broma, compartió con Rebord la idea de que los uruguayos podrían incluso haberse adjudicado una “estrella” más en su camiseta por la creación del estadio.
Sin embargo, el relato de Fabbri no se limitó a los logros uruguayos, sino que también incluyó detalles controvertidos que no cayeron bien en Montevideo.
El periodista mencionó que Benito Mussolini, deseoso de que Italia organizara el primer Mundial, llevó a cabo una campaña de desprestigio contra Uruguay, advirtiendo sobre los peligros de los “témpanos en el Río de la Plata” durante el invierno, algo que, según Fabbri, desalentó la participación de varios países europeos que increíblemente le creyeron.
El punto álgido de la narración se centró en la final entre Argentina y Uruguay, un partido cargado de tensión y polémica.
EL ACOSO AL PLANTEL CON MURGAS
Fabbri detalló cómo los jugadores argentinos fueron objeto de acoso durante todo el torneo, con episodios que incluyeron insultos por parte de jugadores uruguayos en las gradas y actos de hostigamiento durante la noche previa a la final, en la que las murgas de carnaval no dejaron dormir al plantel argentino.
Además, Fabbri recordó que se jugó un tiempo con la pelota argentina y otro con la uruguaya, algo que también generó discordia.
La reacción de los uruguayos en redes sociales no se hizo esperar.
Muchos de ellos acusaron a Fabbri de tergiversar los hechos y de revivir viejos rencores que, según ellos, los argentinos aún no han superado.
Los comentarios en Twitter fueron particularmente duros, con usuarios que calificaron el relato de Fabbri como un “llanto” de los argentinos, que, según ellos, buscan justificar su derrota en la final de 1930 atribuyéndola a factores extrafutbolísticos.
Algunos incluso ironizaron diciendo que, casi un siglo después, Argentina aún no puede digerir esa derrota y recurre a relatos cargados de anécdotas y detalles menores para explicar su caída ante Uruguay.
Lo ocurrido en el programa de Blender hace pensar que las viejas rivalidades futbolísticas entre Argentina y Uruguay siguen latentes, y demuestra que los recuerdos del primer Mundial, lejos de ser un tema anecdótico, aún generan pasiones y divisiones en ambos lados del Río de la Plata, en donde la Copa América debió dejar de jugarse por cinco años posteriores a ese mundial debido al “rompimiento” de relaciones deportivas entre ambos países.