En su cruzada por sostener las políticas de Javier Milei al frente del ejecutivo, los jóvenes libertarios, militantes del espacio del nuevo régimen, suman un nuevo producto a las listas de aquellos que sugieren a los demás usuarios que deberían consumirse para evitar el abuso de grandes empresas como La Serenísima. Esta vez se trata de una empresa de productos lácteos cordobesa llamada “Tonadita“.
En este boom virtual de las “Segundas Marcas“, hace un par de días se volvió tendencia la histórica gaseosa Cunnington, porque los miembros del equipo de militancia libertaria en redes la promovían como alternativa más económica a la Coca Cola.
Este jueves fue entonces el turno de las leches, cremas, yogures, mantecas y demás lácteos, que tras la devaluación de Luis Caputo, apenas comenzado el gobierno mileiísta, se incrementaron en casi un 100%, por encima de los aumentos que ya venían sufriendo y sin recomposiciones salariales.
También se esperan nuevos incrementos en esos lácteos para los próximos días a causa de la suba de 27% en los combustibles de esta semana.
La queja de una usuaria al referir que cuando fue al supermercado no había productos de la empresa Mastellone, que fabrica como primera marca “La Serenísima”, acompañando su posteo de una imagen de la manteca “Tonadita”, a la que ella desconocía por completo, disparó una serie de comentarios que le explicaban (a veces en un tono enojado), la rica historia de esa pequeña compañía cordobesa.
PRECIOS SIN CONTROL
Aprovechando esta difusión inesperada, los trolls libertarios promovieron el consumo de esa marca de lácteos por ser mas económica que las grandes empresas del sector.
La paradoja marcada por otros usuarios se daba al preguntarse como es posible que desde una ideología que aboga por el libre mercado, en donde la oferta y la demanda se regula sola, hagan campaña para favorecer a determinados empresas en detrimento de otras, cuando fue el propio gobierno que defienden el que quitó los programas de guía de precios “justos o cuidados“.
La falta de esa referencia también propició el abuso de marcas, cadenas y comercios en una gigantesca dispersión, en ka que nadie sabe a ciencia cierta cuanto debería costar cada producto.
Al igual que sucedió con Cunnington, los más jóvenes no conocen la larguísima historia de estas compañías y las creen novedosas.
Tonadita, por ejemplo surgió a comienzos de la década de 1970, cuando un grupo de queseros que no sabía qué destino darle a la grasa que sobraba del secado de la leche (la manteca usa como insumo precisamente ese derivado) creó la firma Ilca. Así nació la marca “La Tonadita”, en una planta ubicada en Villa Maria, Córdoba.
El humorista gráfico “Nik” se sumó a la militancia libertaria con la promoción de segundas marcas, también dando como referencia a la empresa láctea de la provincia mediterránea.
Aún Jonatan Viale, otro referente del espacio de Javier Milei experto en marcas comerciales de este rubro, no se pronunció al respecto.