Un joven nacido en Quilmes fue seleccionado junto a otro de Tucumán entre los 50 mejores estudiantes del mundo.
Nicolás Monzón es el bonaerense que junto a Alex Córdoba, ambos de 25 años, competirán por 100.000 dólares de premio otorgados en base a logros académicos y emprendimientos.
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Esta distinción se extendió en primera instancia a 7.000 postulantes, según informó la Fundación internacional que organiza la selección.
LA DURA HISTORIA DE NICOLÁS
Al criarse en un barrio pobre del distrito de Quilmes, poder pagar la universidad era el sueño casi utópico para Nicolás.
Trabajó durante toda la escuela secundaria en tareas manuales, leyendo sobre matemáticas, su gran pasión, en los ratos libres.
En un momento se unió a una organización benéfica llamada Jóvenes en Acción como voluntario. Allí lo animaron a ir a la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) y solicitar una beca, lo que le permitió obtener su primer trabajo profesional y comenzar a estudiar matemáticas en la Universidad de Buenos Aires (UBA)
A partir de ahí nunca miró hacia atrás, siendo cofundador de la consultora informática Magnetar.
Nicolás Monzón nunca perdió de vista su ciudad natal y motiva a muchos de sus amigos de la infancia a estudiar para seguir sus sueños.
QUEDAN 50 (DE 7 MIL) EN 150 PAÍSES
“Estamos encantados de anunciar los 50 finalistas por el premio de 100.000 dólares del Global Student Prize 2022 de Chegg.org, seleccionados de entre 7.000 aplicaciones de estudiantes de 150 países del mundo”, informó desde su cuenta de Twitter la organización a cargo de la entrega de ese premio.
La Fundación Varkey en alianza con Chegg.org son las organizaciones que promueven el premio Global Student Prize 2022 y, según detallan en su página web son “una nueva plataforma que resalta en todo el mundo los esfuerzos de estudiantes extraordinarios que, juntos, están transformando nuestro planeta para mejor”.
Nicolás Monzón, cuenta que su inclinación por las matemáticas fue gracias a un manual que le regaló su abuela cuando tenía solo 9 años.
“Estoy muy agradecido y feliz por la consideración de nominarme para los 50 finalistas y es una gran responsabilidad porque hay un montón de personas que necesitan ayuda y ser acompañados”, dijo el estudiante universitario de Quilmes.
Su infancia estuvo atravesada por dificultades económicas, ya que su padre “hacía changas”, perdió el trabajo en el año 2003 y se dedicó a cartonear hasta que volvió a conseguir un empleo de albañil, mientras su mamá hacía trueques en la feria de San Francisco Solano.
El voluntariado siempre estuvo cerca de Nicolás.
Trabajó para Vida Solidaria, que es una organización que alimenta a personas sin hogar. También fue paramédico en hospitales infantiles, y trabajó para Dale Tu Mano, una organización dedicada a ayudar a los barrios más vulnerables del país.
QUIERE FUNDAR UNA STARTUP
El estudiante nacido en Quilmes es además miembro de Mensa, una asociación apolítica y arreligiosa de personas de alto cociente intelectual fundada en Inglaterra en el año 1946. Nicolás cree que la tesis en la que está trabajando podría ser su mayor éxito hasta el momento. Se trata de la creación de un lenguaje de computación cuántica que permita rastrear tipos de datos para Qubits y pasarlos de una base a otra.
El ahora aspirante al premio de 100 mil dólares, regresa regularmente a su escuela secundaria como invitado para dar charlas y alentar a los estudiantes a postularse para la universidad.
Si Nicolás ganara el premio Global Student, expresó que dedicaría ese dinero a ayudar a su familia, mientras que a más largo plazo invertiría en su startup.
Nicolás cree firmemente que la tecnología es el futuro, por lo que abriría una función de investigación y desarrollo en su startup y lanzaría un curso de capacitación para poder contratar a más personas.
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