La prédica antivacunas del partido libertario parece estar generando consecuencias negativas en la población. Así lo sugiere el último Boletín Epidemiológico emitido por el Ministerio de Salud de la Nación donde se ve un aumento exponencias de enfermedades prevenibles, como el sarampión. Ahora también preocupa el coqueluche.
El relevamiento de las autoridades sanitarias del país tiene información sobre 5 enfermedades prevenibles por vacunas. Ahí se ven los aumentos porcentuales más grandes de toda la tabla que analiza a casi 30 enfermedades en total. El récord máximo es para el sarampión con 35 casos confirmados en lo que va del año lo que implica un aumento del 1650% con respecto al promedio registrado entre 2020 y 2024. Lo mismo pasa con la rubéola que en promedio solo hubo dos casos entre 2020 y 2024, pero solo en 2025 llegó a los 35.
El coqueluche, también llamado tos convulsa, es otro de los casos que llaman la atención. Esta enfermedad que afecta sobre todo a bebés y niños registra 333 casos confirmados a lo largo de este año lo que implica un aumento del 103% con respecto al promedio del periodo 2020-2024. En particular, esta enfermedad se está detectando en tres jurisdicciones: Tierra del Fuego (donde hay un brote), CABA y la provincia de Buenos Aires.
Los registros oficiales muestran que en 2025 la provincia de Buenos Aires va registrando 167 casos de coqueluche y se acerca a los 216 casos que contabilizó en 2019, el peor año de la serie. Cabe aclarar que la incidencia acumulada, es decir los casos cada 100 mil habitantes es el más bajo de las tres jurisdicciones. En este punto, el mayor problema lo tiene Tierra del Fuego con la aparición de un brote en Ushuaia que obligó a las autoridades a tomar medidas.
Lo cierto es que en junio la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió un alerta epidemiológica en la región de las américas por el aumento de esta enfermedad que venía registrando en países como Brasil. En ese momento, las autoridades instaron a los gobiernos a vacunar a la población y “en particular a los lactantes no vacunados o con esquemas incompletos, a fin de implementar acciones correctivas que permitan cerrar brechas de inmunización y prevenir brotes”.
De acuerdo al programa provincial de control de enfermedades inmunoprevenibles, la vacuna contra la tos convulsa está incluida en el calendario nacional. Consiste en aplicaciones a los 2, 4 y 6 meses con un primer refuerzo a los 18 meses y un segundo refuerzo al ingreso escolar y una nueva dosis a los 11 años. Para las personas gestantes se recomienda aplicar una dosis de triple bacteriana acelular en cada embarazo, después de la semana 20 de gestación.