La era de los humanoides domésticos acaba de empezar oficialmente. La empresa de robótica 1X Technologies, con sede en Palo Alto y raíces noruegas, abrió las preventas de NEO, su primer robot diseñado para automatizar las tareas del hogar. Se trata de un asistente personal capaz de aprender observando y adaptarse a la rutina de cada familia.
Tras una década de desarrollo, el proyecto finalmente se convirtió en realidad. NEO limpia y levanta cosas pero también escucha, conversa, recuerda y sugiere.
Es el primer intento serio de combinar inteligencia artificial, visión computarizada y diseño humanoide en un dispositivo destinado al uso cotidiano.
Un robot que aprende haciendo
El corazón de NEO está en su función “Chores” (tareas). Desde una app o por comandos de voz, los usuarios pueden pedirle que ordene, doble ropa o limpie espacios en tiempo real. Pero lo realmente innovador es su modo de aprendizaje. Si el robot no sabe realizar una acción, un operador humano remoto —denominado “Experto 1X”— toma el control para completar la tarea, mientras NEO observa y aprende en vivo cómo hacerlo.
Alguien puede ver lo que ocurre dentro de la casa a través de los ojos del robot. Esa posibilidad generó cierta incomodidad, pero la compañía asegura que el control es total por parte del usuario: se pueden establecer zonas prohibidas, programar cuándo el teleoperador accede al sistema y difuminar la imagen de las personas captadas por cámara.

“El robot necesita aprender del entorno real para mejorar”, explicó Bernt Øyvind Børnich, CEO de 1X, al Wall Street Journal. La frase resalta el dilema ético que plantea esta nueva generación de asistentes: para ser verdaderamente inteligentes, deben observarnos.
Inteligencia que conversa, recuerda y sugiere
NEO no tiene pantalla: su interfaz es la conversación. Gracias a un modelo de lenguaje avanzado desarrollado junto a OpenAI, el robot puede mantener diálogos naturales, responder preguntas o incluso sugerir acciones.
Su “Inteligencia de Audio” hace que solo escuche cuando se le habla directamente, y su “Inteligencia Visual” le permite identificar objetos, reconocer personas y detectar situaciones del entorno.
Lo más interesante es su memoria dinámica. NEO recuerda listas de compras, fechas de cumpleaños, preferencias de limpieza o pequeñas charlas del día anterior. Con el tiempo, ajusta sus respuestas y comportamientos según los hábitos de los habitantes de la casa.
Es decir, aprende con su dueño. No es un electrodoméstico avanzado, lo promocionan como un “compañero en evolución constante“, que se vuelve más eficiente —y más humano— con cada interacción.

Diseño seguro, liviano y silencioso
Con 1,67 metros de altura y 30 kilos de peso, NEO puede levantar hasta 70 kilos y transportar 25. Su cuerpo está hecho de una estructura polimérica de celosía 3D recubierta con tela lavable, lo que le da un aspecto cálido y no amenazante.

El sistema “Tendon Drive” —una tecnología patentada por 1X— replica el funcionamiento de tendones humanos, otorgándole movimientos suaves, naturales y precisos. Sus manos poseen 22 grados de libertad, lo que le permite manipular desde una toalla hasta un vaso de cristal sin romperlo.
El nivel de ruido apenas llega a 22 decibeles, más silencioso que una heladera moderna. Su autonomía es de cuatro horas, pero puede recargarse parcialmente en minutos. Cuando la batería se agota, camina hacia su cargador y se enchufa solo.
NEO saldrá a la venta en tres colores: beige, gris y marrón oscuro.

¿Qué tan listo está realmente?
Aunque el lanzamiento despertó entusiasmo mundial, las primeras pruebas revelan que NEO todavía no es completamente autónomo. La periodista Joanna Stern, del Wall Street Journal, probó un prototipo y notó que el robot aún depende en gran medida de los teleoperadores. Tareas simples, como cargar un lavavajillas o levantar un objeto frágil, pueden tomar varios minutos.
El propio CEO reconoció que, en su primera etapa, NEO funcionará bajo un modelo híbrido de operación humana y aprendizaje automatizado. Es decir: los usuarios que reciban las primeras unidades deberán aceptar que alguien, en algún lugar, puede controlar el robot para que aprenda más rápido.
Aun así, el salto es monumental. NEO representa la primera versión comercial de un concepto que durante décadas fue pura ciencia ficción: un robot que habita, trabaja y evoluciona dentro del hogar humano, como aquella Robotina, el personaje de la serie de dibujos animados de la década de los 60 de Hanna y Barbera, Los Supersónicos. El CEO de la empresa incluso la menciona en el video presentación como su “inspiración”, llamándola por su verdadero nombre en inglés “Rosie” The Robot (Rosita).
Precio y disponibilidad
NEO puede reservarse en EEUU con un depósito de 200 dólares. El precio de compra total es de 20.000 dólares, aunque 1X ofrece un plan de suscripción mensual de 499 dólares.
Las primeras entregas están previstas para 2026, y la expansión internacional llegaría en 2027.
Por ahora, el robot es un lujo de laboratorio. Pero los expertos comparan este lanzamiento con el del primer smartphone: caro, limitado y revolucionario a la vez.
Lo que hoy parece un experimento para unos pocos podría ser una presencia cotidiana en menos de diez años.
Cuando eso ocurra, tal vez NEO ya no sea una novedad, sino parte del paisaje doméstico: un ayudante que limpia, conversa y recuerda, tan natural como un electrodoméstico más.
El futuro, literalmente, acaba de entrar por la puerta.

