El corazón y la mente están intrínsecamente conectados, y esta relación se manifiesta de manera notable en el denominado “Síndrome del Corazón Roto”. También conocido como miocardiopatía de Takotsubo, (o en algunos casos, el corazón agrandado), esta afección temporal se caracteriza por una disfunción aguda del corazón, generalmente tras experimentar un evento emocional intenso, como la pérdida de un ser querido, una ruptura amorosa o situaciones de estrés extremo. Los síntomas son sorprendentemente similares a los de un ataque cardíaco: dolor en el pecho, dificultad para respirar y, en algunos casos, arritmias. Mira también en Infocielo, hoy.
Desde una perspectiva psicológica, el Síndrome del Corazón Roto pone de relieve cómo las emociones pueden tener repercusiones físicas significativas. La psicóloga Florencia María Coronel, en una entrevista exclusiva con Infocielo, enfatiza: “A veces, la sintomatología es física, pero muchas veces está relacionada con la salud mental. Por ejemplo, patologías como la depresión y la ansiedad se relacionan con el Síndrome del Corazón Roto. Si estás viviendo algún proceso de duelo o traumático, es muy probable que repercuta en tu cuerpo”.

La conexión entre mente y cuerpo es innegable. Eventos emocionalmente devastadores pueden desencadenar respuestas fisiológicas que afectan directamente al corazón. Coronel señala:
“Es muy similar a vivir un infarto; se relaciona directamente. Las emociones tienen una incidencia que repercute en tu cuerpo; se asemeja a una patología cardíaca, quizá cuya raíz está en algo que viviste, en algo que está costando superar, que no estás pudiendo poner en palabras”.
Esta incapacidad para procesar y expresar emociones puede llevar a una somatización, donde el cuerpo manifiesta físicamente el dolor emocional. “Ahí es donde uno ve la repercusión que tiene y lo importante que es poder concientizar a las personas, para que también puedan elaborar esos eventos inesperados o desagradables que nos toca pasar”, añade Coronel.
“Requieren un proceso complejo psíquicamente hablando; a veces, no poder hablar de lo que nos pasa nos lleva a canalizar todo eso con sintomatología física. Está íntimamente relacionado”.
La somatización puede manifestarse de diversas maneras, desde episodios de asma hasta infecciones gastrointestinales, pasando por el propio Síndrome del Corazón Roto. “Son repercusiones físicas que tienen esas raíces más emocionales que pueden transitar una persona”, explica la psicóloga.
Prevención o ayuda para el Síndrome del corazón roto
En cuanto a la prevención, es esencial aprender a regular los niveles de estrés. “El impacto que tiene el estrés en el cuerpo es muy invasivo, porque puede canalizarse en el cuerpo”, advierte Coronel. Recomienda buscar espacios de terapia, practicar deporte o técnicas de relajación como meditación y yoga, y mantener una red de apoyo con amigos y grupos de apoyo. “Todo esto suma para evitar depositar toda la energía en una sola cuestión; tener varias áreas de tu vida en equilibrio ayuda mucho en cuestiones de estrés”, concluye.
El Síndrome del Corazón Roto es un recordatorio poderoso de cómo nuestras emociones y experiencias pueden influir directamente en nuestra salud física. Abordar y procesar adecuadamente el dolor emocional no solo es crucial para el bienestar mental, sino también para la salud del corazón.
Florencia María Coronel, con matrícula nacional 71520

Ofrece atención clínica tanto virtual como presencial en Florencio Varela y Lomas de Zamora. Además, coordina en el área general de SAIE y dicta clases en una plataforma virtual.

