El caso ocurrido en Mendoza, donde una alumna de 14 años ingresó armada a la escuela Marcelino Blanco y permaneció cinco horas atrincherada, conmocionó al país. La adolescente realizó disparos al aire y, según trascendidos, atravesaba situaciones de bullying. El hecho reabrió el debate sobre cómo se acompañan hoy a los adolescentes en situaciones de vulnerabilidad emocional.
En diálogo con LA CIELO, la directora de Libres de Bullying, María Zysman, advirtió que no se trata de un caso aislado sino de una alerta que interpela a toda la sociedad. “Estamos dejando solos a los chicos. No se puede justificar lo que pasó, pero hay un mundo adulto que no está sabiendo leer las señales”, sostuvo.
La especialista remarcó que los adolescentes piden a gritos presencia y escucha: “Los chicos están metidos en mundos de mucha crueldad, sobre todo en redes sociales. Falta diálogo y acompañamiento”. Para Zysman, cada episodio límite obliga a mirar no solo a la víctima, sino también a todo el entorno escolar.
El rol de los adultos y las señales que no se deben ignorar
“Lo más doloroso es que muchas veces los adultos vemos señales y las minimizamos, o las tapamos con frases como ‘son cosas de chicos’”, explicó Zysman en LA CIELO. Y agregó: “Hay chicos que dejan de comer, que no quieren ir a la escuela, que se aíslan o cambian su conducta de manera brusca. Son señales que los padres deben registrar y acompañar”.
Para la especialista, el desafío no es solo identificar esas alertas, sino también animarse a intervenir: “Los adolescentes necesitan adultos que les marquen un límite, pero también que los sostengan. El silencio o la negación es lo peor que podemos hacer”.
Docentes entre la sobrecarga y la falta de herramientas
Otro punto crítico que mencionó la directora de Libres de Bullying tiene que ver con el rol docente. “Los maestros muchas veces quieren ayudar, pero no tienen formación específica en violencia escolar ni apoyo institucional para sostener esas situaciones”, señaló.
En ese sentido, Zysman remarcó que el bullying no puede quedar reducido a una cuestión individual: “Las escuelas están desbordadas, con aulas superpobladas y sin recursos. No se trata de señalar a un docente en particular, sino de dar herramientas colectivas”.
Nombrar el bullying y dar respuestas colectivas
Una de las insistencias de la especialista es nombrar el bullying y diferenciarlo de un conflicto aislado: “Un conflicto entre chicos puede resolverse con mediación; el bullying es un hostigamiento sistemático, con un agresor, una víctima y testigos que callan. Si no lo nombramos, lo invisibilizamos”.
Además, pidió poner el foco en la comunidad educativa en su conjunto: “El bullying no es un problema entre dos chicos, es un problema de todos. Cuando un chico es violentado en la escuela, toda la institución tiene que actuar”.
Bullying y salud mental en el Mes de la Prevención del Suicidio
El caso de Mendoza se dio en vísperas de septiembre, Mes de la Prevención del Suicidio, lo que refuerza la necesidad de hablar de salud mental en la adolescencia. “Estamos viendo cada vez más chicos con malestar emocional, que no encuentran dónde apoyarse. El bullying puede ser un detonante muy fuerte si no hay adultos atentos”, advirtió Zysman.
La especialista concluyó con un mensaje claro: “Ningún adolescente debería sentir que está solo frente a la violencia. Los padres, los docentes y la sociedad tenemos la responsabilidad de mirar, escuchar y actuar”.
Preguntas frecuentes
¿Qué es el bullying?
Es una forma de violencia sistemática en la que un estudiante hostiga a otro de manera reiterada, generando un desequilibrio de poder y consecuencias emocionales, sociales y académicas en la víctima.
¿Cómo saber si mi hijo sufre bullying?
Algunas señales de alerta son cambios de conducta, rechazo a ir a la escuela, bajo rendimiento, aislamiento, trastornos de sueño o alimentación y síntomas físicos frecuentes como dolores de cabeza o de panza.
¿Qué pueden hacer los docentes ante un caso de bullying?
La clave es no minimizar la situación, registrar lo que ocurre, dar intervención a las autoridades escolares y trabajar en conjunto con las familias y equipos de orientación.