Vecinos del barrio “Los Pumas” de la ciudad de Rosario desmantelaron esta tarde a mazazos, martillazos y piedrazos la casa del sospechoso del crimen de Máximo Jerez, el niño de 11 años asesinado ayer mientras se hallaba en la vía pública, donde denunciaron que se utilizaba como búnker para vender drogas, informaron fuentes policiales.
El episodio se originó pasadas las 13, cuando los vecinos comenzaron a agolparse frente a una vivienda ubicada en la calle Cabal bis al 1300, propiedad del sospechoso del crimen de Máximo y a quien sindicaban como líder de una banda dedicada al narcomenudeo junto a sus dos hijos.
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De inmediato, los vecinos comenzaron a arrojar piedras contra el frente de la vivienda, y desde adentro, el sospechoso y sus familiares respondieron con botellazos hacia los manifestantes, por lo que el desorden fue en aumento.
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Varios grupos de policías especiales llegaron pocos minutos más tarde, y lograron detener al sospechoso, a dos de sus hijos y a otros familiares que se hallaban dentro de la vivienda, mientras disparaban balas de goma contra los vecinos para dispersarlos.
En cierto momento, la policía se llevó a todos los detenidos y la casa quedó liberada a los vecinos, que con mazas, martillazos y palazos lograron derribar paredes y saquear todo lo que quedaba en el interior de la vivienda, que -según decían- se trataba de un búnker desde donde se vendían drogas.
Mientras la casa era derrumbada, los vecinos aplaudían y “marcaban” otras casas que consideraban que eran utilizadas como kioscos de drogas.
Los vecinos se llevaron de la casa la heladera, desmantelaron los baños y se llevaron los inodoros y hasta al perro, tras lo cual realizaron un principio de incendio dentro de la propiedad que a los pocos minutos fue sofocado.
Varios manifestantes resultaron heridos, entre ellos el padre de Máximo, que recibió varios perdigones de goma disparados por los policías para dispersar a los manifestantes, mientras que la tía del niño asesinado sufrió una descompensación.
Personal de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) regresaron al lugar pasadas las 15 junto a bomberos para apagar las llamas que se registraron en otra vivienda también atacada por los vecinos.
OTRA ESCUELA AMENAZADA
El frente de una escuela de la zona sur de la ciudad de Rosario fue atacado con al menos diez balazos por delincuentes que dejaron una nota destinada a narcotraficantes, en la que amenazaron con ir “a la guerra” y firmaron como “La Mafilia”, informaron hoy fuentes judiciales.
El hecho sucedió en la escuela número 6.430 “Isabel La Católica”, ubicada en Grandoli y Ayolas, cuya portera fue detenida en enero pasado cuando fue sorprendida con dos kilos de cocaína que llevaba en un auto, agregaron los voceros.
De acuerdo a la información suministrada por las fuentes, en este caso los atacantes efectuaron al menos diez balazos contra el establecimiento educativo del barrio Tablada y antes de huir dejaron un mensaje escrito sobre un cartón dirigido a “Chuki moneda, Brandon y Fernando Morel”, ligados a distintas facciones del narcotráfico local.
“Chuki Moneda, Brandon y Fernando Morel dejen de matar cobani y mujeres vamos a la guerra. La Mafilia”, dice el mensaje secuestrado por los pesquisas, quienes creen que están frente a una interna entre bandas narcos que se disputan el territorio.
La balacera fue denunciada por testigos al 911, por lo que más tarde se hizo presente personal policial que inició los peritajes de rigor y secuestró 15 vainas servidas frente a la institución educativa.
El hecho es investigado por la fiscalía rosarina, que solicitó la intervención de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) para trabajar en la pesquisa.
En esa misma escuela trabajaba como portera una mujer que en enero pasado fue detenida tras ser sorprendida con dos kilos de cocaína en su automóvil Volkswagen Bora.
La mujer se encontraba dentro del playón de estacionamiento de un hipermercado rosarino y al allanar el vehículo los pesquisas encontraron un total de dos kilos de cocaína y una máquina para contar billetes.
DISCUSIÓN Y CRIMEN
Un joven de 24 años fue asesinado de siete balazos en la ciudad de Rosario luego de una discusión y, por el hecho, los investigadores apuntan a tres sospechosos que hasta esta tarde no habían sido localizados, informaron fuentes policiales y judiciales.
El hecho ocurrió en la intersección de Campbell y Cisneros, en la zona oeste de Rosario y la víctima fatal fue identificada como Jonatan Suárez (24), según informó el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
Según los primeros testimonios recogidos por la policía en la zona, el joven mantuvo una discusión con tres personas, quienes agredieron a Suárez y le dispararon en varias oportunidades.
A su vez, los voceros aseguraron que los tres atacantes ya están identificados, aunque hasta esta tarde no habían sido capturados.
Por su parte, personal del Servicio Integrado de Emergencias Sanitarias (SIES), arribó al lugar del crimen y constató que el joven murió en el acto.
Según las fuentes, la víctima presentaba dos heridas de arma fuego en su cráneo, otras dos en la espalda y tres impactos de bala en las piernas, según determinaron los médicos.
A continuación, el cuerpo del joven fue trasladado al Instituto Médico Legal para su correspondiente autopsia.
La policía informó que en la escena del asesinato se secuestraron vainas calibre 9 milímetros y un arma blanca.
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