Cristian Ritondo, actual jefe del bloque del PRO en la Cámara de Diputados y exministro de Seguridad bonaerense durante la gobernación de María Eugenia Vidal, se encuentra en el centro de una investigación internacional. Su esposa, Romina Aldana Diago, está vinculada a una red de sociedades offshore creadas para adquirir propiedades en Estados Unidos, una estructura que plantea interrogantes sobre la transparencia de su patrimonio.
El entramado financiero de Cristian Ritondo
La investigación reveló que Diago figura como directora y beneficiaria final de Sunstar Point Ltd., una sociedad radicada en las Islas Vírgenes Británicas. Esta compañía fue constituida en 2014 para adquirir bienes inmuebles en Florida, como un departamento valuado en 650.000 dólares.
A través de un fideicomiso en Florida, Warwick Trust, administrado por la propia Diago, estas propiedades se gestionaron de forma que quedaron fuera del alcance de las declaraciones patrimoniales obligatorias para funcionarios públicos.
Ritondo, aunque no es parte directa de estas sociedades, aparece mencionado en documentos del fideicomiso, que establecen que, en caso de fallecimiento o incapacidad de su esposa, él asumiría el control de los bienes en Florida.
Este vínculo indirecto no fue reportado en las declaraciones juradas de Ritondo, donde tampoco figuran las cinco propiedades en Miami valoradas en 2,6 millones de dólares, vinculadas a las empresas de Diago.
El contexto político y la opacidad patrimonial
Como exministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires y una figura clave del PRO, Ritondo logró construir una imagen de lucha contra la corrupción.
Sin embargo, esta investigación internacional, que surge de los Pandora Papers y contó con la colaboración del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), expone un modus operandi similar al de otras figuras políticas que utilizaron estructuras offshore para proteger su patrimonio de escrutinios fiscales y legales.
Según las normativas argentinas, los funcionarios deben declarar los bienes de sus cónyuges, pero estos registros son reservados y solo accesibles a la Oficina Anticorrupción (OA) o la Justicia.
Esto permitió que el patrimonio de Diago permanezca oculto, eludiendo el control público y fiscal.
La importancia de la provincia de Buenos Aires
Este caso deja en evidencia el vínculo de Ritondo con la provincia de Buenos Aires, donde desempeñó un rol central como ministro de Seguridad, pero desde esa época e incluso antes ya ocultaba patrimonio resguardándolo a nombre de su mujer
Su trayectoria política y las conexiones con una de las regiones más grandes y complejas del país hacen que este escándalo adquiera una relevancia particular.
La provincia siempre fue para él un terreno fértil para los debates sobre transparencia y corrupción, aún al día de hoy, y este nuevo episodio suma una capa de complejidad al panorama de la conocida hipocresía de señalar en los demás el modus operandi propio.
Un patrón recurrente
La exposición de este entramado recuerda otros casos de líderes políticos que utilizaron sociedades offshore para manejar fortunas ocultas. Ejemplos emblemáticos son los del expresidente (y en gran medida mentor de Ritondo), Mauricio Macri, quien junto a su familia, fueron expuestos por los Panamá Papers.
Este tipo de maniobras evidencia una constante: mientras algunos sectores políticos denuncian corrupción en sus oponentes, sus propias prácticas quedan al descubierto al menor escrutinio.
La frase del nombre de una de esas “empresas” llamada “Vamos por más”, traducción al español del nombre del fideicomiso en Florida, encapsula un modo de operación que mezcla sofisticación financiera con opacidad.
Este caso además subraya la necesidad demayor vigilancia de la justicia y los organismos del estado, como así también de transparencia en las declaraciones patrimoniales de los funcionarios públicos, especialmente cuando estos construyeron su carrera señalando la corrupción ajena.