En medio de la campaña, el senador del PRO Marcelo Leguizamón presentó un pedido de informes contra Axel Kicillof por el caso del fentanilo contaminado, pese a que la investigación judicial y la ANMAT señalan como responsables a los laboratorios Ramallo y HLB Pharma. El debate expone el oportunismo político y la falta de trazabilidad en el sistema de salud nacional.
El legislador cuestiona la supuesta falta de control y trazabilidad por parte de la administración provincial, en lo que parece una consigna de campaña contra el oficialismo antes de las elecciones del 7 de septiembre.
Sin embargo, detrás del tono electoral del planteo, los expedientes judiciales señalan con claridad a los laboratorios Ramallo y HLB Pharma como responsables de la elaboración y distribución del lote adulterado. Ambas empresas están bajo estricta investigación y registran antecedentes de sanciones por parte de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), autoridad nacional encargada de fiscalizar la producción y calidad de medicamentos en todo el país.
En el Congreso también hubo una movida política tendiente a vincular al peronismo en el tema, avalada desde Clarín por el periodista Nicolás Wiñazki, cuando la diputada la diputada del PRO Silvana Giudici, tomó la palabra para proponer que se aprobase un pedido de informes y la creación de una comisión investigadora sobre lo que llamó “el escándalo del Fentanilo”. Si bien la mediática diputada quiso endilgar la falta de quórum al peronismo, pidió el tratamiento cuando todos los bloques se habían retirado de la sesión, incluidos los radicales, los libertarios, el PRO y la Izquierda, aunque no repararon que todavía se encontraban en el recinto el presidente del bloque del PJ Germán Martínez, Máximo Kirchner y entre otros legisladores del mismo partido.
LA TRAZABILIDAD: UN PROBLEMA ESTRUCTURAL DEL SISTEMA SANITARIO
Uno de los puntos centrales del escándalo es la falta de trazabilidad del fentanilo en Argentina. La ausencia de un registro sistemático obligó a una búsqueda manual “ampolla por ampolla” en laboratorios, droguerías y más de 200 hospitales. Esto, sumado a la carencia de historias clínicas digitalizadas en muchos centros de salud, dificulta diferenciar infecciones comunes de casos provocados por el opioide contaminado y genera una cifra negra de víctimas no registradas.
El Hospital Italiano de La Plata fue el único que detectó y denunció el brote, identificando al menos 18 pacientes infectados y nueve muertes confirmadas por bacterias presentes en el lote 31202 de fentanilo, con vencimiento en septiembre de 2026.
En la causa judicial, que lleva adelante el juez federal de La Plata Ernesto Kreplak, ya se contabilizan 68 víctimas y 24 personas imputadas. Se dispusieron inhibiciones de bienes, allanamientos y prohibiciones de salida del país, pero aún no hay procesamientos. La investigación apunta a la cadena de producción y distribución, reforzando que la responsabilidad primaria recae en los laboratorios y la supervisión nacional, más que en la gestión sanitaria bonaerense.
El magistrado, que viene mostrando una investigación independiente, alejada de los flashes y sin condicionamientos políticos, también ha sido foco de operaciones tratando de desviar la atención en una causa que avanzó en tiempo récord.
POLÍTICA Y CAMPAÑA: EL RIESGO DE DESVIAR EL FOCO
El nuevo pedido de informes de Leguizamón incluye 11 preguntas al Ministerio de Salud bonaerense, desde si conocía antecedentes de las empresas implicadas hasta si el lote contaminado llegó a otros hospitales de la provincia. También solicita que la cartera sanitaria se presente como querellante en la causa.
Si bien el control provincial es clave para la detección de alertas sanitarias, especialistas remarcan que este tipo de fallas se originan en la fiscalización nacional y en la debilidad de los mecanismos de trazabilidad. En este sentido, el uso político del tema en medio de la campaña puede terminar desviando el debate de las soluciones de fondo: más control a laboratorios, fortalecimiento de la ANMAT y modernización del sistema hospitalario.