Según informó Miraz, la maestra no quiere regresar a dar clases en esa escuela, porque “está afectada psicológicamente”, ya que en ningún ámbito laboral “estamos preparados para ir y que nos peguen”.
Según el secretario general de Udocba, existe “una ruptura entre la Dirección General de Escuelas y el docente que da clases todos los días” donde se suscitan casos de violencia de manera cotidiana, “una situación que desde hace tiempo se viene tapando”.
Miraz manifestó que es necesario dividir “lo asistencia de lo penal”, y que en los casos que la escuela puede contener, el alumno debe ser contenido, pero que en los que debe ser denunciado también debe hacerse.
“La agresión es un delito” indicó el docente, no es “lo mismo que un chico de 8 años le pegue a un maestro que uno de 16, y esto tiene que quedar claro”. Miraz manifestó que todo es metido en la misma bolsa y que se habla siempre de contener pero “nadie contiene al docente”.