Luego de dar varias pistas, el nuevo Arzobispo de La Plata, monseñor Víctor Manuel Fernández, develó finalmente lo que se traía entre manos: lanzamiento de período de asambleario en todas las parroquias a su cargo para elaborar “un plan pastoral” entre “todos”. El objetivo es poder tomar las propuestas que lleguen desde abajo para luego generar una síntesis” y presentarla en un “acto masiva”.
Las ideas y las palabras utilizadas –y la invocación al Papa Francisco como faro- marcan definitivamente una ruptura con el arzobispado del anterior prelado, Héctor Aguer. El dato sobresaliente está relacionado con recuperar el predicamento de la Iglesia tras el debate sobre el aborto, principalmente, entre los más jóvenes.
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“Hoy somos objeto de burlas y desprecios por algunas de nuestras convicciones, y esto se ha agudizado en los debates sobre el aborto. Nuestra voz es acallada y ridiculizada en los medios y en muchos ambientes”, advirtió Tucho en su Primera Carta Pastoral, la cual tituló: “En camino sinodal para una comunión evangelizadora”.
“Nuestra voz es acallada y ridiculizada en los medios y en muchos ambientes. Las reivindicaciones, en parte falsas y en parte legítimas de quienes se oponen a nuestras convicciones, han logrado convencer a muchos jóvenes que, aunque equivocados, adhieren de buena fe a esas posturas”, analizó el religioso.
En este punto, la novedad pasa por el enfoque que propone Fernández para ganar adeptos en la sociedad: les advierte curas y feligreses que “no es buen negocio” caer “en enfrentamientos que terminen creando una grieta cada vez mayor entre nosotros y millones de personas”.
“No se comienza a ser cristiano por una decisión ética o una gran idea, sino por el encuentro con un acontecimiento”, advierte el monseñor. En otras palabras, aconseja, primero, lograr que la gente y las familias se acerquen a un tempo, por ejemplo, para hacer una actividad recreativa o solidaria. Por eso pide “que las puertas siempre estén abiertas”.
En resumen, Fernández propuso tres líneas de acción: “En misión permanente”, “Como Cristo, con los pobres y abandonados” y “Creciendo juntos, para ser santos”. Los conceptos, como ya había adelantado en escritos y homilías anteriores, fueron sacados de “La Fuerza del Evangelio”, un texto clave para entender la filosofía del Papa argentina.
Con respecto al punto relacionado a los pobres, Fernández entiende que “sin esa empatía ante el sufrimiento y las necesidades de los abandonados y desechados no habrá una auténtica generosidad misionera”. Relacionado a esto, lanzó un mensaje que no tiene nombres propios pero varios destinatarios: “Parecería más efectivo dedicarse ante todo a las élites que tienen poder para incidir en los mecanismos de decisión”.
EA.
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