A días de las elecciones, el centro de investigación Equilibra publicó un análisis de algunos indicadores sociales para tratar de explicar cómo va a votar la población el próximo domingo. Principalmente, pusieron el foco en los ingresos reales de los individuos y en cómo evolucionaron desde fines de 2023. ¿Encontraron la raíz del desencanto?
Mientras en el Gobierno Nacional instalan la idea de “pedo de buzo” o “crecimiento en V“, los datos presentados por Equilibra se parecen más al signo matemático de raíz (√). Tomando como referencia el ingreso promedio del periodo enero-septiembre de 2023, los ingresos de 14,5 millones de personas registradas (contando asalariados formales y jubilados) cayeron en un 19%. Hasta febrero de este año se fueron recuperando de ese derrumbe, pero nunca llegaron al nivel inicial. Luego vinieron el estancamiento y un leve retroceso.
Esta evolución se traduce en números concretos y en problemas reales para las familias. Equilibra lo graficó diciendo que la pérdida acumulada es de 2,1 meses de ingreso real registrado. “Esto llevó a muchas familias usar stocks o endeudarse para cubrir lo perdido, con la expectativa de que la caída era transitoria y la recuperación futura permitiría reconstruir stocks o pagar deudas“, explicaron. Lo cierto es que la recuperación no fue tal y, según reportó el Banco Central, los niveles de morosidad están tocando niveles máximos históricos.
Otro dato que podría ser determinante para los comicios es el comportamiento del empleo formal. En su informe, Equilibra destaca que hubo una caída del 3,5% en los niveles de trabajo registrado lo que implica unos 500 mil empleos menos. Para contextualizarlo, desde la consultora recordaron que entre 2015 y 207, durante la presidencia de Mauricio Macri, se habían generado 300 puestos de trabajo, lo que implicó un aumento del 2,1% en el nivel de empleo.
Para los economistas de Equilibra, esta trayectoria del ingreso real registrado (sintetizada como una caída profunda seguida de una recuperación parcial y un estancamiento) “podría ser una ‘raíz del desencanto‘. “La sociedad aceptó el ajuste esperando una mejora, pero al no verla vuelve al descontento“, consideraron.