El amor presidencial parece regirse por el calendario, y no precisamente por el corazón. En apenas dos años, Javier Milei protagonizó dos relaciones con mujeres del espectáculo, ambas terminadas en la misma fecha: el 13 de abril.
Primero fue con la humorista e imitadora Fátima Florez, en 2024; luego, en 2025, con la conductora y exvedette Amalia “Yuyito” González. La coincidencia no tardó en despertar suspicacias: ¿romances reales o contratos con vencimiento predeterminado?
ERA EN ABRIL EL RITMO TIBIO
El patrón es llamativo. El primer caso fue la ruptura con Florez, anunciada públicamente por el propio presidente el 13 de abril de 2024.
Alegó “demandas profesionales” y “distancia geográfica”, en un tono cuidado, diplomático y carente de conflicto. Un año más tarde, casi como si fuera una cábala o una cláusula contractual, Amalia González anunciaba en su programa matutino que su relación con Milei había llegado a su fin.

Otra vez, sin drama, sin escándalos, con agradecimientos y espiritualidad. Y otra vez, exactamente el 13 de abril.

Este último episodio, sin embargo, pasó bastante desapercibido en los medios. El motivo: el día del anuncio justo falleció el Papa Francisco. ¿Shockeados?
Así, entre misas, comunicados vaticanos y homenajes internacionales, la ruptura de Milei con Yuyito se filtró con más tibieza.
Pero en las redes sociales, el dato no pasó inadvertido. Usuarios de X (ex Twitter) comenzaron a unir los puntos, sospechando que estas relaciones no serían espontáneas sino cuidadosamente planeadas. Un contrato de compañía, de exposición mediática, de “normalización” emocional para un presidente excéntrico y poco convencional.
VOLUPTUOSAS, FAMOSAS Y RUBIAS
A esto se suma que ambas parejas tenían algo en común: no solo vienen del mundo del espectáculo, sino que son figuras conocidas con buena llegada al público masivo.
Fátima Florez, famosa por sus imitaciones de Cristina Kirchner, y Yuyito González, exvedette y mujer de fe evangélica, funcionaron como una especie de equilibrio simbólico: una para sumar simpatía con el electorado “anticasta”, otra para acercar al mundo espiritual (?).
Ambas, además, estuvieron vinculadas sentimentalmente con Milei en momentos estratégicos de su candidatura y posterior presidencia.
Pero lo que más aviva la teoría de los contratos es la exactitud de las fechas. ¿Casualidad? ¿Coincidencia astral? ¿O simplemente una agenda bien administrada?
En Intrusos, el programa de espectáculos que se convirtió en termómetro de estas relaciones, los conductores se asombraron al notar que la separación de Yuyito también había sido el 13 de abril, como la anterior. Rodrigo Lussich lo dijo en voz alta: “Se separó de Fátima un 13 de abril, y ahora de Yuyito el mismo día”.
Y hay más. Según panelistas como Marcela Tauro y Paula Varela, los celos de Yuyito por una mujer que trabaja cerca de Milei podrían haber acelerado la ruptura. Sin embargo, también dejaron flotando la posibilidad de que nada de eso haya existido realmente. Que todo sea parte de un guion pactado, con fecha de inicio y de final.
Hoy, mientras se rumorea que la próxima en la lista podría ser la periodista Mariana Brey, el patrón se vuelve más evidente. Mujeres públicas, del espectáculo o los medios, todas con carisma, con llegada popular, y todas envueltas en relaciones con Milei que comienzan y terminan sin conflictos… pero sí con precisión matemática.
La hipótesis del “contrato sentimental” cobra fuerza. Relaciones de compañía mediática, afecto escenificado, y rupturas acordadas de antemano, convenientemente ubicadas en el calendario.
Y si el 13 de abril es la fecha de vencimiento, quizás no estemos hablando de amores, sino de convenios con duración de un año exacto.
La sospecha ya circula, se multiplica en redes, y si bien nadie lo confirma, la secuencia es difícil de ignorar. Como quien firma un alquiler con opción a renovar, Milei parece tener un acuerdo anual con el amor. Y al parecer, el amor presidencial también caduca. Los 13 de abril, claro.

