La Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia I+D+i) puso en alerta a todo el sistema científico luego de anunciar las líneas de financiamiento que va a poner en marcha el año que viene. El organismo impuso una nueva modalidad de convocatorias y eliminó las becas conocidas como PICT. Hasta el directorio del CONICET se expresó.
Efectivamente, ayer cinco integrantes del directorio del CONICET firmaron una carta en la que expresaron su “profunda preocupación” por las decisiones adoptadas por la Agencia I+D+i. “El ecosistema científico argentino, integrado entre otros por los organismos de ciencia y técnica y las universidades, y del que forma parte protagónica el CONICET, no puede funcionar sin financiamiento público“, sostuvieron.
Los firmantes de la misiva son Roberto Rivarola, Claudia Capurro, Mario Pecheny, Alberto Baruj y Jorge Aliaga, todos representantes de la comunidad de investigadores. El órgano de gobierno del CONICET tiene 8 miembros y un presidente elegido por el Poder Ejecutivo Nacional que, desde diciembre de 2023, es Daniel Salamone. De esta manera, solo 3 representantes del directorio no adhirieron a la carta.

Lo cierto es que los cuestionamientos hacia la Agencia I+D+i llegaron desde distintos flancos. El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que nuclea a rectores de las universidades de todo el país también publicó un comunicado rechazando la decisión de anular las convocatorias PICT 2022 ya adjudicadas y cerrar las del 2023. Según explicaron, “estas medidas interrumpen abruptamente la continuidad de numerosas líneas de investigación y comprometen la subsistencia de equipos consolidados”.
Desde el CIN marcaron que “ningún país desarrollado del planeta ha abandonado su sistema científico-tecnológico; por el contrario, todos han fomentado su crecimiento como condición indispensable para el progreso económico, social y cultural“. “Argentina no puede quedar al margen de esta realidad sin comprometer su futuro seriamente”, sentenciaron.

