Pasado el embate contra Aerolíneas Argentinas, el Gobierno Nacional de Javier Milei anunció cuál será la primera empresa estatal en ser privatizada. Se trata de Belgrano Cargas, una compañía de trenes que conecta 13 provincias con los puertos y países vecinos. Entre el déficit y el desarrollo productivo.
“Se procederá a privatizar la empresa Belgrano Cargas, en lo que será la primera privatización de una empresa ferroviaria. El año pasado el Estado puso 112 millones de dólares en esta empresa, dinero que salió de todos los argentinos”, anunció el vocero presidencial, Manuel Adorni. Los argumentos de la administración libertaria para avanzar en este sentido se basan en ese gasto y en una supuesta sobredimensión de personal.
Sin embargo, quien fuera ministro de Transporte de la Nación hasta 2023, Diego Guliano, advirtió que “es una mirada muy chiquita”. “Mirar lo que entra y lo que sale no es lo único que hay que leer en transporte. En el mundo entero se analiza la rentabilidad social y productiva, es decir, cuánto le agrega a la economía regional“, explicó.
En diálogo con FM Cielo, el dirigente del Frente Renovador se manifestó en contra de la privatización y recordó las consecuencias que trajo dicha iniciativa en la década del 90. En esos años “tuvo un desempeño espantoso”, aseguró antes de remarcar que quedó “prácticamente desmantelado” y con zonas productivas desconectadas.
El impacto en las economías regionales
Actualmente, la línea opera unos 7.600 kilómetros de vías que atraviesan 13 provincias argentinas, llega hasta países limítrofes como Chile o Bolivia y a puertos del Río Paraná.
Según contó, Guliano toda esta infraestructura está en riesgo de perderse de avanzar con la venta de la empresa. A su vez, como consecuencia hay economías regionales que podrían “terminar siendo improductivas” por quedar aisladas o por el encarecimiento de los costos logísticos.
Por eso el actual diputado nacional desmintió los argumentos de la administración libertaria. “El gobierno tiene cifras bastante flojas, bastante mutantes”, aseguró. En esta línea, aclaró que “lo que hacen los países es invertir en el sistema ferroviario porque la devolución es muy alta en lo que promueve para las economías regionales“.
Finalmente, el exministro de Transporte también puso en duda el argumento de la superpoblación de personal. El massista contó que en 2015 la empresa tenía 4624 empleados y en 2023 tenía unos 4641, es decir que no hubo un aumento exponencial. “El ferrocarril da trabajo, pero eso es un valor del sistema ferroviario. Contar como que eso es un perjuicio es una mirada muy chiquita”, sentenció.


