La ola de cierre de locales que produjo Musimundo esta semana en la provincia de Buenos Aires dejó un tendal de nuevos desempleados. Al margen de la caída en las ventas, que no sólo atraviesan los comercios de venta de electrodomésticos, los trabajadores tomaron con sorpresa la decisión de la empresa.
“Vinieron ayer a las 15 y dijeron que se cerraba la sucursal, intempestivamente”, dijo Heber Traverso a LA CIELO, trabajador de uno de los dos locales que cerraron en La Plata. “Estamos todos con el ánimo por el suelo”, agregó en referencia al sentir de las decenas de despedidos.
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Además, acusó a la empresa al considerar que “hicieron muy bien las cosas para que no sospecháramos nada, fue muy bien planeado”. Heber trabajaba en la sucursal de calle 47, sobre la que detalló que “es una de las de mayor volumen de venta del país”.
En ese sentido, señaló que “la baja en las ventas existe, como en todo el país, pero entendemos que no era como para cerrar la operación”.
Por último, con respecto al futuro, explicó que “tenemos una ventana de tiempo hasta el viernes para ver si el Ministerio de Trabajo puede intervenir”. “Creemos que es difícil de creer que una empresa pueda dejar en la calle a 200 familias sin hacer nada, sin mover un dedo”, concluyó.
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