A pesar de los constantes cortes de luz que afectan a miles de usuarios en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), las empresas distribuidoras de electricidad siguen reclamando fuertes aumentos tarifarios. En la audiencia pública realizada este jueves en el marco de la revisión quinquenal de tarifas, la empresa distribuidora EDENOR solicitó un incremento del 8% en la distribución de energía eléctrica, al que se sumaría un 2% correspondiente al transporte, mientras que la transportista Transener también presionó para que el alza llegue al 10%. En paralelo, propusieron que las tarifas se ajusten de manera automática cada mes según la inflación, los salarios y los precios mayoristas.
Durante la audiencia, EDENOR argumentó que necesita una recomposición del 20% en el Valor Agregado de Distribución (VAD) para cubrir costos operativos, lo que, trasladado a la boleta final de los usuarios, implicaría un aumento del 8%. Sin embargo, la administración nacional, encabezada por Javier Milei, aún debe definir la aplicación de estos aumentos. Por su parte, EDESUR no especificó cifras, pero adelantó que los ajustes estarían en la misma línea.
El reclamo de las empresas se da en un contexto de severos problemas en la prestación del servicio. Durante cada ola de calor, miles de hogares quedan sin suministro eléctrico durante días, generando enormes perjuicios para comercios, industrias y familias. A pesar de que en 2024 los usuarios sufrieron subas del 100% en sus facturas, las compañías sostienen que el costo de la energía en Argentina sigue siendo bajo en comparación con otros países de la región. “Con la recomposición, el 80% de los clientes pagará USD 27, frente a los USD 44 de Brasil, USD 59 de Chile y Perú o los USD 73 de Uruguay”, argumentaron desde EDENOR.
Un golpe al bolsillo mientras el servicio sigue en crisis
En la audiencia pública, EDESUR propuso además un nuevo esquema tarifario para pequeñas demandas, con una simplificación de escalas, eliminación de saltos en categorías y la contratación de potencia para suministros trifásicos. Para medianas y grandes demandas, en tanto, se mantendrían los cargos actuales, pero se incrementarían los recargos por exceso de potencia.
El nuevo cuadro tarifario será publicado por el Ejecutivo el 31 de marzo y entrará en vigencia el 1° de abril. Según el Gobierno, el objetivo es que los aumentos en distribución y transporte no superen el 10% en las boletas finales, con el fin de evitar un mayor impacto inflacionario en un año electoral.
Subas previas y nuevos aumentos en camino
El aumento que ahora reclaman las empresas se suma al fuerte ajuste tarifario que comenzó en marzo, cuando la Secretaría de Energía, encabezada por Eduardo Javier Rodríguez Chirillo, autorizó una suba de entre 65% y 150% en el AMBA. Con ese incremento, los usuarios de altos ingresos (N1) pasaron a pagar hasta un 150% más, los de ingresos bajos (N2) un 70% más y los de ingresos medios (N3) un 65% más. Además, si estos últimos superan los 600 KW/h de consumo mensual, el salto tarifario alcanzó el 130%.
Desde el Gobierno ya anticiparon que, a partir de abril, se implementará un mecanismo de actualización mensual de las tarifas en función de la inflación, con el objetivo de “reducir las transferencias del Estado Nacional hacia el sector eléctrico y promover un equilibrio económico sostenible”.
“Mediante las resoluciones del ENRE, se han adoptado medidas inmediatas para que las tarifas reflejen el costo real del suministro y se pague por su uso como cualquier otro bien”, expresaron desde la Secretaría de Energía. En ese sentido, detallaron que para los usuarios de altos ingresos (N1) con un consumo promedio de 380 KW/h por mes, la factura pasó de $13.900 a $34.332, un incremento del 150%. En los de ingresos bajos (N2), la suba fue del 70%, mientras que en los de ingresos medios (N3) llegó al 65% y al 130% en casos de mayor consumo.
Tarifazos sin mejoras en el servicio
Pese a los justificativos de las empresas y del Gobierno, la calidad del servicio sigue siendo una de las principales preocupaciones de los usuarios. Con cada ola de calor, los cortes de luz se multiplican en distintos puntos del AMBA, afectando a miles de familias y generando caos en la actividad económica.
Mientras tanto, el Gobierno insiste en que el incremento tarifario es “fundamental para restablecer los precios relativos de la economía, asegurar la autosuficiencia del sistema eléctrico y fomentar la inversión privada”. En este marco, el 29 de febrero se llevará a cabo una nueva audiencia pública para discutir la implementación de un régimen de subsidios basado en la canasta energética básica.
Sin embargo, la pregunta que sigue sin respuesta es por qué los usuarios deben seguir pagando más por un servicio que, lejos de mejorar, se vuelve más inestable y precario con cada aumento de tarifas.

