En medio de un escenario marcado por los reclamos de trabajadores del Hospital Garrahan, universidades nacionales y sectores vinculados a la ciencia y tecnología, el Gobierno nacional suma un nuevo frente de conflicto: los pilotos de Aerolíneas Argentinas anunciaron un paro de actividades para el próximo lunes 10 de junio entre las 18 y las 2 de la madrugada del martes. La medida afectará las operaciones en los aeropuertos de Aeroparque Jorge Newbery y Ezeiza.
El gremio que agrupa a los pilotos, la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), conducido por Pablo Biró, formalizó la decisión a través de un comunicado difundido en la red social X. Allí se advierte sobre un “contexto extremadamente crítico en la industria aerocomercial en Argentina” y se denuncia una serie de irregularidades e incumplimientos por parte de la empresa estatal.
Las razones del paro
“Nos enfrentamos a inaceptables incumplimientos convencionales perpetrados por la empresa; el prolongado retraso en la pauta salarial; la falta de un plan de desarrollo profesional; la ausencia de una estrategia clara y sostenible para el futuro de la compañía; así como la continua modificación unilateral de procesos y programaciones”, señala el texto. También mencionan “recurrentes fallas técnicas en los aviones que se sostienen en el tiempo, producto de la falta de inversión, que impactan negativamente en las condiciones operativas y laborales de las y los pilotos y en el servicio diario a los pasajeros”.
Desde la compañía de bandera no tardaron en responder y, en declaraciones al medio Noticias Argentinas, calificaron la medida como “una nueva demostración de que las medidas del gremio de pilotos tienen motivaciones políticas y no laborales”, recordando que “hace apenas semanas” se había cerrado un acuerdo paritario. Pese a eso, remarcaron que “la compañía continúa abierta a buscar las soluciones necesarias para evitar cualquier tipo de perjuicio en los planes de viaje de nuestros pasajeros”.
La decisión de avanzar con la medida de fuerza también se vio facilitada por la resolución judicial conocida este lunes, que suspendió de manera parcial el DNU del Gobierno nacional que limitaba el derecho a huelga en actividades consideradas esenciales. Entre ellas, figuraba la aeronáutica comercial, por lo que los pilotos se encontraban alcanzados por esas restricciones. El fallo, impulsado tras una presentación de la CGT, cuestionó que una reforma de ese tipo se haya intentado aplicar por decreto y no a través del Congreso, señalando que podría vulnerar derechos protegidos por la Constitución Nacional y tratados internacionales.
Por ahora, resta saber si el Gobierno nacional intervendrá a través de la Secretaría de Trabajo para dictar la conciliación obligatoria y desactivar la protesta, o si (como ha sucedido en otros conflictos gremiales) optará por no intervenir, dejando que la medida avance y que el impacto recaiga sobre los usuarios.

