Parece que en el peronismo aún buscan explicaciones meteorológicas y técnicas para justificar el revés electoral. Lejos de una autocrítica, algunos dirigentes prefirieron refugiarse en excusas tan pintorescas como poco convincentes.
Juan Grabois, electo diputado nacional, fue uno de los primeros en salir con una teoría peculiar: “Se podría haber ganado si no hubiese habido la tormenta que hubo. Sin esa tormenta se ganaba por medio punto. Se perdió por 50 mil votos, hablando de la Provincia, se perdió por 0,6 y eso influyó”, sostuvo.
Según el dirigente del Frente Patria Grande, el cielo fue el verdadero responsable de la derrota de Fuerza Patria. Como si las nubes hubiesen tenido inclinación libertaria, Grabois explicó la caída de votos en términos de humedad y precipitaciones, sin detenerse demasiado en la falta de conexión del oficialismo con el electorado.
Desde Ensenada, el intendente Mario Secco eligió otro argumento igual de discutible: la boleta única papel. “La elección fue una porquería, la gente se confundía, la gente no entendía bien esta manera nueva de votar”, aseguró.
“Hubo candidatos que no los conoce nadie que se llevaron 1000 votos en Ensenada. Está claro que la gente no entendió cómo tenía que votar, muy diferente a lo tradicional”, agregó el jefe comunal, quien responsabilizó al nuevo sistema por haber “restado algunos puntos”.
El problema, según Secco, no fue la la falta de campaña ni el mensaje político, sino el formato de la papeleta. “Mucha gente no votó lo que realmente quería votar, porque se confundió”, insistió.
Sin embargo, el argumento pierde fuerza: la boleta única fue uno de los mecanismos electorales más simples y con menor nivel de quejas, incluso elogiado por observadores y por buena parte del electorado. Pero en el desconcierto posderrota, todo parece valer.
Entre la tormenta de Grabois y la confusión de Secco, el peronismo sigue buscando excusas que eviten mirar de frente el mensaje de las urnas. Tal vez el problema no fue la lluvia, ni las boletas, ni el viento. Tal vez, simplemente, será que ya no los aman.

