En medio de una nueva actualización salarial para los trabajadores del Congreso, los senadores nacionales también verán incrementadas sus dietas, que alcanzarán en noviembre los $10,2 millones brutos. El ajuste se disparó automáticamente debido a la cláusula aprobada en abril de 2024, cuando los legisladores votaron a mano alzada y sin debate una resolución que vinculó sus sueldos a los acuerdos paritarios de los empleados legislativos.
El esquema establece que el valor del módulo pasará en noviembre a $2.554,84, lo que llevará la dieta de cada senador a $10.216.000 brutos. Hasta ahora, la percepción era de algo más de $9 millones en bruto para quienes habían renunciado al incremento de junio, y de $9,5 millones para quienes no lo hicieron.
En aquel momento, solo la mitad de la Cámara presentó la nota correspondiente ante la vicepresidenta Victoria Villarruel para desistir del aumento, según confirmó la Agencia Noticias Argentinas el pasado 13 de junio. La titular del Senado había dictado un decreto en el que invitaba a los legisladores a “adecuar o no, total o parcialmente sus respectivas dietas”, en un intento por despegarse de la polémica generada por el silencio del cuerpo ante las subas automáticas.
De esta manera, el incremento que llevará los salarios a más de $10 millones brutos deja expuesta nuevamente la división interna en la Cámara alta sobre la aceptación o el rechazo de los aumentos, una tensión que persiste desde la polémica votación de abril pasado.