El intendente de La Plata, Julio Garro, consiguió hacerse un lugar en el nuevo armado de Juntos en la provincia de Buenos Aires y logró posicionarse como uno de los jefes comunales más cercanos al candidato y alfil de Horacio Rodríguez Larreta, Diego Santilli, en el marco de una carrera por suceder a Axel Kicillof en 2023.
El año pasado, en diálogo con INFOCIELO, el jefe comunal que afronta su segundo y último mandato había reconocido su deseo de mover su despacho de calle 12 a calle 6 a partir de las próximas elecciones.
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Sin embargo, había advertido que su armado estaba “a disposición de un espacio para que los hombres y mujeres que lo conformen nos garanticen el triunfo en la provincia y el país”. Santilli le tomó la palabra y el jefe comunal platense se mostró orgánico.
Como había anticipado a este medio, le puso el lomo a la elección primaria que –de forma inesperada– ganó El Colo. Garro se puso al frente de la tarea de coordinar a los más de 35.000 fiscales de mesa que se desplegaron en el conurbano bonaerense.
“Julio la está haciendo bien porque no pidió nada, y le resuelve a Santilli”, evaluó un dirigente municipal del entorno platense luego del acto de Juntos esta tarde. La retribución, sin embargo, se nota: la campaña de Juntos en la provincia de Buenos Aires encontró centralidad en La Plata.
Aunque más de un referente de la coalición opositora señala que la intención es revalorizar la capital de la Provincia y poner en disputa con el discurso de Axel Kicillof, el guiño al intendente platense es más que evidente.
Para muestra, un botón: El lanzamiento de propuestas se iba a hacer en un municipio del norte bonaerense. Pilar era uno de los posibles escenarios. El anterior, de relanzamiento de campaña se había realizado en Tigre. Sin embargo, Garro ganó la pulseada interna y una vez más Juntos armó el acto en La Plata.
Un solo sillón para muchos candidatos
El intendente de La Plata no tiene una contienda fácil. El sueño de ocupar el sillón de Dardo Rocha lo comparte con varios referentes de la coalición opositora, que aunque falten dos años para las elecciones ejecutivas ya se codean por arrimar el bochín.
El disuelto Grupo Dorrego incluía a varios de los jefes comunales que pugnaban por el derecho a encabezar la lista bonaerense en 2023: Jorge Macri, Néstor Grindetti y, aunque un poco más atrás, Diego Valenzuela. Lo propio quiere Cristian Ritondo, que impulsa su propio armado. Desde el propio espacio lo señalan como una interna fuerte pero justa, y con un premio gordo.
La “salida” de María Eugenia Vidal, y la candidatura de Diego Santilli en 2021 le allanó el camino a los intendentes, que buscan una oportunidad a partir de un reclamo legítimo: que el próximo gobernador sea un ex jefe comunal bonaerense.
El argumento lógico, que suena casi obvio, hace décadas que no se cumple. El último ex intendente que gobernó Buenos Aires fue Eduardo Duhalde cuyo mandato culminó en 1999. Hay más: los últimos dos mandatos mostraron la importancia de que los jefes comunales participen del ejecutivo provincial.
Tanto María Eugenia Vidal como Axel Kicillof encontraron sendos problemas en gobernar sin intendentes. El ejemplo está fresco: luego de perder las elecciones PASO en la provincia de Buenos Aires, el economista tuvo que sumar jefes comunales a su Gobierno. “Es otra cosa”, evaluó un jefe comunal radical luego de una reunión con Martín Insaurralde. “A un ex intendente no hay que explicarle nada”, señaló.
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