La industria metalúrgica atraviesa uno de sus momentos más críticos de los últimos años. En septiembre, la producción del sector se desplomó un 5,2% interanual y 1,1% mensual, de acuerdo con el relevamiento difundido por la Asociación de Industriales Metalúrgicos de la República Argentina (ADIMRA). En el acumulado de los primeros nueve meses del año, el crecimiento fue de apenas 0,7% frente a 2024, cuando la actividad ya había sufrido una fuerte contracción por las medidas de ajuste implementadas tras el cambio de gobierno.
La actividad cayó 5,2% interanual y el uso de la capacidad instalada se desplomó al 44,5%, el nivel más bajo desde los meses críticos de 2020.
Pese a ese leve avance, la producción se mantiene 30% por debajo de sus picos históricos y 18% inferior a los niveles recientes, lo que refleja un estancamiento estructural. El uso de la capacidad instalada (UCI) descendió a 44,5%, el nivel más bajo desde los meses críticos de la pandemia en 2020, y cayó 5,6 puntos porcentuales interanuales, en un contexto signado por apertura importadora, dólar planchado y dificultades de acceso al crédito.
La realidad del sector
El presidente de ADIMRA, Elio Del Re, advirtió que “la industria nacional atraviesa niveles productivos muy bajos, casi idénticos a los de un año muy malo como fue 2024”. En esa línea, sostuvo que esta situación “refleja la parálisis de la actividad y la imposibilidad de recuperar la base en donde estábamos parados”, y reclamó que “la producción argentina vuelva a ser tenida en cuenta, porque si no afectará los niveles de empleo”.
Entre los rubros más golpeados, Maquinaria Agrícola registró una caída del 4,8%, mientras que Autopartes sufrió un derrumbe del 10,8%, seguido por Fundición (-9,7%) y Bienes de Capital (-3,1%). El único segmento que mostró una mejora fue Carrocerías y Remolques, con un crecimiento del 5,4%, convirtiéndose en la excepción dentro de un panorama dominado por los números rojos.
Desde ADIMRA alertaron que la eliminación del Impuesto PAIS y la flexibilización de las compras internacionales están generando una competencia desigual, sobre todo frente a las importaciones provenientes de China y Brasil, que ingresan al país a precios más bajos. “La apertura indiscriminada nos está dejando sin margen”, señalaron industriales, quienes también criticaron la derogación de la normativa que desde 1995 restringía el ingreso de maquinaria usada.
En el plano laboral, el nivel de empleo del sector mostró una caída interanual del 3,2% y mensual del 0,3%. Aunque las pymes aún intentan “retener personal capacitado para evitar despidos inmediatos”, desde la cámara advirtieron que “el impacto pleno en el desempleo se sentirá a fin de año”.
A nivel provincial, Buenos Aires y Córdoba lideraron los retrocesos con -6,2%, seguidas por Santa Fe (-3,5%), Mendoza (-5,1%) yCon apertura importadora y recesión, la metalurgia argentina retrocede a niveles de la pandemia (-3,2%), confirmando que la retracción es generalizada.
En el frente externo, las importaciones metalúrgicas alcanzaron en agosto los US$ 2.281 millones, un 28,4% más que un año atrás y 55,4% más en volumen, mientras que las exportaciones sumaron US$ 445 millones, una baja del 6,2% interanual, afectadas por el tipo de cambio estable y la menor competitividad.
De cara a los próximos meses, las perspectivas siguen siendo negativas: el 77,5% de las empresas prevé que su nivel de producción se mantendrá igual o disminuirá, y el 90,2% no proyecta aumentos en su dotación de personal. Con un uso de capacidad instalada en su nivel más bajo en cinco años, el sector metalúrgico enfrenta un horizonte de escasa recuperación y fuerte presión externa, en medio de una economía aún marcada por la recesión.