“Tuvimos que esperar casi tres días para que vinieran. Y mientras tanto, nos inundamos”. Beto, dueño de la Cervecería Alemana de La Plata, ubicada en la esquina de 7 y 56 relató la odisea que vivió desde el lunes a la tarde, cuando detectaron una pérdida de agua en la esquina del local. Hicieron el reclamo, pero ABSA no envió a nadie.
Todo comenzó la tarde del lunes, cuando notaron que comenzaba a brotar agua. “Pensamos que podía ser una cloaca tapada, hicimos el reclamo, pero nadie vino. A la noche entramos al sótano y el agua ya estaba brotando por el zócalo. Ahí nos dimos cuenta de que era grave”, contó Beto en diálogo con el móvil de Infocielo.
Lo que parecía un problema menor se transformó en una emergencia cuando el agua comenzó a brotar por el zócalo del sótano, a más de tres metros de profundidad. Preocupados, llamaron a los bomberos, quienes se acercaron al lugar, constataron el riesgo de una filtración cerca de una caja de fusibles, y dieron aviso urgente a ABSA.
“Los bomberos hicieron el reclamo por su cuenta y nos dijeron que iban a venir con urgencia. Me quedé hasta las 3 de la mañana esperándolos, pero recién aparecieron a las 11:30 del otro día. Ya era tarde, teníamos todo inundado”, denunció el comerciante.
Riesgo eléctrico y falta de respuesta
Además del daño material, el local quedó expuesto a riesgo eléctrico, ya que muy cerca de la pérdida se encuentra una caja de fusibles. “Les pedí que vinieran a revisar porque esto podía terminar peor. Pero nada. Esto demuestra que los servicios no están a la altura. Puede pasar una emergencia, sí, pero la respuesta no puede demorar 12 horas”, señaló.
El comerciante pidió que el hecho sirva para visibilizar la falta de respuesta ante emergencias que afectan directamente al vecino. “Yo entiendo que estas cosas pueden pasar, pero lo grave es que nadie vino cuando tenía que venir. Y no es la primera vez: el agua, las cloacas, todo colapsado. Hay que prevenir, no reaccionar cuando ya tenés el agua adentro”, se lamentó.
Un síntoma de problemas estructurales
“Esto no es solo una pérdida de agua. Es una muestra de que los servicios están colapsados”, agregó Beto, visiblemente molesto. Según contó, también intentó comunicarse con Defensa Civil, pero nunca lo atendieron. La única respuesta inicial fue de la Policía y los Bomberos, que alertaron del riesgo por el contacto del agua con las instalaciones eléctricas.
Para el comerciante, lo sucedido deja en evidencia una falla estructural: “ABSA ya no da abasto, o directamente quedó chica para la ciudad. Hay pérdidas en todos lados y no hay cuadrillas suficientes. Y no se puede seguir así. Está buenísimo que se arregle la ciudad, pero también hay que poder mantener lo que ya está”.
“Parece que hay cosas que solo se arreglan cuando ya es tarde. No podemos vivir así. ABSA no tiene estructura, no da abasto. Y esto pasa en todos los barrios”, cerró.