El británico Joe Lewis, íntimo amigo del ex presidente Mauricio Macri y conocido por ser el dueño de una estancia que bloquea el acceso al Lago Escondido en la Patagonia, se entregó a las autoridades de EEUU, por estar involucrado en un caso de corrupción corporativa.
Lewis, de 86 años, está acusado de 19 delitos por haber proporcionado información privilegiada a sus allegados sobre empresas que cotizan en bolsa, lo que les permitió obtener ganancias millonarias. El fiscal Damian Williams afirmó que Lewis “abusó de su acceso a las salas de juntas de las empresas y proporcionó repetidamente información privilegiada a sus parejas sentimentales, sus asistentes personales, sus pilotos privados y sus amigos“.
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El magnate podría enfrentarse a una pena de hasta 25 años de prisión.
LA ACUSACIÓN
La fiscalía sostiene que el rico empresario, que supuestamente se alió con George Soros en 1992 para atacar la libra en el conocido como ‘miércoles negro’, aprovechó su posición privilegiada en las cúpulas de las empresas y filtró información confidencial a sus amantes, asistentes, amigos y otros, que luego la usaron para operar en el mercado y obtener millones de dólares. Lewis enfrenta 13 cargos por fraude bursátil, con una pena máxima de 20 años de cárcel cada uno; tres cargos por fraude bancario, con una pena máxima de 25 años cada uno, y tres cargos por conspiración, con una pena máxima de cinco años cada uno. “Todo esto era innecesario. Joe Lewis es un hombre adinerado, pero según alegamos, recurrió a la información privilegiada como una forma de recompensar a sus trabajadores o de agasajar a sus amigos y novias. Eso es corrupción empresarial pura y dura. Es hacer trampa y viola las leyes, que son iguales para todos, sin importar quién seas“, dijo el fiscal.
EN ARGENTINA TIENE LA JUSTICIA “ATADA”
Su abogado, David Zornow, negó los cargos y dijo que los defenderá “enérgicamente en los tribunales“.
Lewis es uno de los multimillonarios más grandes de su país. En Argentina, compró miles de hectáreas en la Patagonia, entre las cuales se encuentra una residencia que impide el acceso al Lago Escondido, un espejo de agua rionegrino que es patrimonio natural. La mansión de Lewis también está situada en una zona estratégica fronteriza.
Su presencia en nuestro país generó numerosas polémicas y reclamos por parte de organizaciones sociales y ambientales, que exigen el cumplimiento del derecho constitucional a la libre circulación y al disfrute de los recursos naturales.
Sin embargo, Lewis contó siempre con el apoyo de algunos jueces y políticos, que inclusive lo visitaban en su estancia y regularmente han fallado a su favor en distintas causas judiciales.
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