La salud de Miguel Russo viene generando preocupación en el Mundo Boca. Sobre todo, después de su imagen en el último partido del equipo, ante Aldosivi, donde se lo vio muy recluido en el banco, sin dar indicaciones. Incluso, hasta en un momento la TV lo captó en una situación en la que pareció dormitar.
A esto se le sumó la declaración de su ex ayudante de campo, Hugo Gottardi. Amigos de toda la vida, bicampeones en el Estudiantes 82/83, forjaron su vínculo en el Pincha e hicieron una relación de 40 años. “Lo veo demacrado, lo veo cansado. Y sí, está luchando en muchos frentes Miguel…”, agregó el ex delantero, que fue colaborador de Miguel hasta su llegada a Boca, en 2021.
Pero la alarma sonó este martes, porque la versión en Boca empezó a correr desde temprano y finalmente se confirmó con el paso de las horas. Resulta que Miguel debió ir a una conocida clínica del barrio Belgrano para realizarse estudios y se le detectó una infección urinaria. Por esa razón, fue medicado con antibióticos y quedará en observación por al menos 24 horas.
Por supuesto que hubo todo tipo de rumores. Pero a la espera del parte médico oficial del club, la razón por la cual quedará internado es justamente controlar su evolución, mientras es medicado vía suero.
De todos modos, esto pone otra vez en foco la salud del DT, que desde hace un tiempo viene afrontando una dura enfermedad, de la que está curado, pero que le exige controles y medicación permanente. Y cuya exposición, en un club como Boca, hace que todo sea más visible.
Miguel, toda una vida como jugador de Estudiantes
Russo es dueño de un récord atípico en el fútbol y que tienen pocos futbolistas: jugó siempre en el mismo club, en Estudiantes. La roja y blanca fue su única camiseta, la que defendió desde 1975 hasta 1989, cuando se retiró. En total fueron 435 partidos totales y 15 goles. Además, ganó dos títulos: el Metropolitano 1982 y el Nacional 1983.
Es, de hecho, el tercer jugador con más presencias en el Pincha, detrás de Manuel Pelegrina, con 508 y Abel Herrera, con 483.
También fue técnico de Estudiantes en dos ciclos. El primero, con Eduardo Manera, que le dio al Pincha el ascenso en 1995. Y la segunda ocasión, en el 2011.