Para Sebastián Verón posiblemente ha sido una noche soñada. El presidente que desafió al poder de la AFA fue uno de los grandes protagonistas de una noche mágica para Estudiantes, que le ganó a Racing en los penales y consiguió su título número 18.
El presidente llegó temprano. Se sentó en una platea y alentó como un hincha más. Se puso nervioso en el gol de Racing y no paró de alentar los 90 minutos.
Acompañado por su esposa, Valentina Marín, y un grupo de amigos, Verón estuvo en Tucumán, llegó a Santiago a media tarde y fue ovacionado por los hinchas.

Con la tanda de penales ya consumada, la Bruja terminó en la base de una montaña que, entre besos y abrazos, celebraron un nuevo campeonato.

