Apareció Gimnasia. Luego de tres derrotas consecutivas, la renuncia de su DT y el ajustado triunfo por Copa Argentina, el Lobo apareció en el Torneo Apertura. Porque hasta el momento no solo fueron malos resultados, sino que, además, desempeños y presentaciones rápidamente olvidables.
En la despedida de Fernando Zaniratto como técnico interino (a partir de mañana Diego Flores se hará cargo del equipo), Gimnasia ganó, gustó y goleó. No fue una victoria de principio a fin. Le costó, sobre todo en el primer tiempo, pero con el correr de los minutos se fue soltando y consiguió un abultado resultado ante un débil Godoy Cruz.
Aparecieron los goles de Castillo, los toques claves del Pata Castro, las individualidades de Panaro y de Merlini, de gran ingreso, la solidez defensiva y, con todo ello, la tranquilidad. Por primera vez en el 2025 el equipo jugó suelto, liberado de presiones. Algo que no logró destrabar en las primeras fechas y que le costaron la salida de Marcelo Méndez.

Un gran cierre al interinato de Zaniratto, pero, sobre todo, un gran inicio para el nuevo ciclo del Traductor Flores, que recibirá un equipo con aires renovados y con dos victorias importantes en el hombro.
Un triunfo sin atenuantes, para celebrar y festejar. Pero no para relajar, porque el equipo recién sumó sus primeros tres de doce. Continúa muy necesitado de puntos, tanto para el Apertura como para la tabla general, y aún tiene mucho por mejorar. Con su nuevo DT, al menos, arrancará bien perfilado.
Los goles de Gimnasia ante Godoy Cruz
Morales convirtió el primero del Lobo
Castillo estiró la ventaja
El goleador liquidó el encuentro

