Si algo no se le podrá reclamar a Alejandro Orfila es falta de dedicación. El entrenador se quedó más de dos semanas viviendo en Estancia Chica, para no perderse detalle del funcionamiento interno de su hábitat laboral, con la intención de que no quede detalle librado al azar.
El entrenador está metido. Se nota que quiere aprovechar su momento. Es la primera vez en su carrera como entrenador que tiene la chance de dirigir a un club dela importancia de Gimnasia y quiere estar a la altura. No quiere que nada lo sorprenda y para ello, anota, planifica y lleva consigo un elemento que casi nunca deja de lado.
La pizarra de Orfila se volvió una marca registrada en Estancia Chica. El DT lleva siempre consigo una pizarra para explicar lo que pretende de cada jugador, situación de partido y movimiento particular y grupal. Pero es no es todo: en el cuerpo técnico abundan las anotaciones en cuadernos personalizados por el escudo del club. Sí, identificación y sentido de pertenencia no van a faltar.
Orfila, un DT en movimiento
El entrenador quiere que su equipo lleve su impronta. Es activo, dedicado, pasional… busca todo eso en un equipo que tendrá que pelear con la presión por no descender y al que le queda casi nulo crédito con la gente. Es por eso, acaso, que el DT sabe que la intensidad y el amor propio no se negocia y la pide en cada segundo de las prácticas que realiza, tal lo mostró el club en uno de sus últimos videos.