La serie perdida ante Flamengo dejó una gran tristeza en Estudiantes, por haber estado tan cerca de acceder a las Semifinales, pero también un profundo sentimiento de orgullo por la tarea que realizaron sus jugadores. Y en particular por el nivel que mostraron los pibes.
El 11 del Pincha contó con varios futbolistas formados en las Inferiores del club, y en particular con dos chicos que tenían solo un puñado de partidos. Sin embargo la presión no les pesó, sino más bien todo lo contrario: estuvieron entre los mejores futbolistas del encuentro.
Se trata de Román Gómez, de 21 años, en el lateral derecho, y de Mikel Amondarain, de 20, en el centro del campo de juego. Ambos jugaron la serie con Flamengo con el cuchillo entre los dientes, como manda la historia de Estudiantes, y dejaron una gran impresión.
A pesar de tener solo 20 y 10 partidos respectivamente en la primera albirroja, cumplieron con creces y ratificaron que están listos para ser titulares en el equipo que comanda Eduardo Domínguez. El Barba, al final, tenía los refuerzos puertas para adentro en City Bell.
Además de los dos futbolistas mencionados quien también tuvo una buena actuación, en su caso ingresando desde el banco de relevos, fue Fabricio Pérez. El sanjua, de solo 19 pirulos y 17 PJ en Primera, mostró su habitual desfachatez, no se escondió y la pidió siempre.
Por último otros dos futbolistas de la cantera, que ya tienen otra experiencia pero venían siendo discutidos, también jugaron de manera superlativa: uno fue Santiago Núñez (25 años) en la zaga y el otro fue Gastón Benedetti (24 años), el autor del 1-0.
El defensor central sacó todo lo que le pasó cerca y tuvo cruces vitales para sostener la ilusión albirroja durante todo el partido, mientras que el lateral izquierdo, devenido en interno ante el Fla, no solo marcó un golazo sino que le anularon otro y fue incansable en la doble tarea de atacar y defender.