El Clásico Platense que tuvo lugar esta tarde en el Bosque quedó sin ganador. Estudiantes parecía tenerlo en el bolsillo pero Gimnasia lo empató en el quinto minuto de descuento. Desde el trámite del partido fue un resultado justo para un Lobo que lo busco, ante un León que mostró en el ST quizás su peor cara del 2022.
El equipo de Ricardo Zielinski sintió el trajín luego de cuatro semanas de suma exigencia, en las cuales tuvo acción entre semana por Copa Libertadores. Luego de rotar muy poco en esa seguidilla, el cansancio se sintió en el complemento y desde muy temprano el equipo jugó a no jugar, replegándose y resignando la pelota.
Aunque Gimnasia estaba en desventaja y tenía la obligación de ir en busca del empate, lo que realizó Estudiantes en la segunda parte del Clásico Platense mostró una merma evidente. El equipo visitante se quedó sin piernas, como reconoció su DT ante la prensa, y por eso jugó durante toda esa mitad a que corra el reloj.
El Pincha renunció a jugar y esa idea se transmitió también desde el banco: Matías Pellegrini, figura del equipo, y Gustavo Del Prete, clave en el gol Albirrojo, fueron los primeros en salir con media hora de partido por delante. Si bien ambos estaban visiblemente cansados, con sus salidas el equipo de Zielinski cedió toda chance de generar peligro.
Para colmo de males en la jugada posterior al segundo cambio a Estudiantes se le lesionó Ezequiel Muñoz, su mejor defensor, y al reemplazarlo agotó todas sus ventanas con veinte minutos por jugar. Con un plantel cansado, un esquema defensivo y sin variantes, si Gimnasia hubiera llegado al empate antes se le hubiera gestado un panorama aún más complicado.
El trajín de 11 partidos en 36 días finalmente le pasó factura al Pincha, que tampoco se ayudó a sí mismo y se resignó a atacar desde muy temprano, amparándose en sostener su ventaja como único objetivo. Si bien estuvo a treinta segundos de salirse con la suya, la versión que mostró en el complemento dejó la imagen de un equipo que necesita un descanso urgente.


