El 13 de mayo de 2017 Gustavo Alfaro se despidió del plantel, en el estadio de Quilmes en la derrota
Ante el asombro de los hinchas, quienes previo al clásico se enteraron que el técnico se iba una vez finalizado el encuentro, el entrenador y los dirigentes jugaron al misterio con las declaraciones y ninguno blanqueó los motivos que ponían fin a la relación. A más de un año de ese hecho, Alfaro habló con CIELOSPORTS y explicó todo lo que vivió en Gimnasia y cómo fue su salida. El juego político de Daniel Onofri, la venta de Maximiliano Meza, y la falta de formación y el juego a las escondidas de Gabriel Pellegrino explican su renuncia.
EL PASO POR GIMNASIA
En marzo del 2016 Daniel Onofri y los dirigentes a cargo del departamento de fútbol le pidieron la renuncia a Pedro Troglio, después de la derrota en el clásico ante Estudiantes. Allí se terminaron cinco años de relación entre el club y el entrenador, y la dirigencia fue a buscar a Gustavo Alfaro, y lo contrató como su reemplazante.
En diálogo con CIELOSPORTS el ahora entrenador de Huracán recuerda su llega al Lobo: “hay matíces que se miden con el resultado final. Y muchas veces por más voluntad que tengas, el resultado final no lo podes revertir. Me tocó llegar a Gimnasia en un momento controvertido, nada más y nada menos que luego de la salida de Pedro (Troglio) luego de un clásico y de lo que él significa en el club”.
“Llegué, vi cosas y sentí cosas, pero me tocó una coyuntura compleja, con un final político, con un presidente que terminaba su mandato y no se presentaba y un presidente nuevo que llegaba y no tenía la formación de dirigente de fútbol y el conocimiento mutuo que tenía que tener y la convocatoria de acreedores que trajo problemas”, agregó Alfaro y marcó el quiebre de su relación con el club desde la llegada de la gestión de Gabriel Pellegrino, a fines del 2016.
PELLEGRINO Y SU JUEGO A ESCONDIDAS
Las últimas semanas de Gustavo Alfaro en Gimnasia fueron de desgaste y caos. El entonces entrenador perdió el respeto de muchos hinchas, por la forma de juego y algunos resultados adversos como las derrotas ante Racing y San Lorenzo. Luego del Cuervo, tomó la decisión de ponerle punto final a su etapa como entrenador Tripero y más tarde llegaron la eliminación con Ponte Preta y la derrota ante Estudiantes. Los dirigentes ya habían hecho su juego.
“En todos los lugares aspiro a lo mismo, estar arriba y poder pelear por Copas Internacionales. El proyecto es de los dirigentes y eso sentí que no lo tuve en Gimnasia. Entiendo, porque era gente nueva y no era del fútbol”, analizó el DT sobre los objetivos que tuvo en Gimnasia y la realidad con la que se encontró.
Y rápidamente le apunto a Gabriel Pellegrino y los dirigentes que manejaban el fútbol al blanquear que “me enteré de todo lo que pasó, que hablaron conun entrenador y le dijeron que no estaban de acuerdo con como yo jugaba. Este entrenador le dijo que tenían que agradecer de tener un técnico como Alfaro que les iba a dar puntos que sino padecerían”.
EL QUIEBRE Y LA SALIDA
La nula relación con la dirigencia, el juego dirigencial de ensuciarle la cancha y los malos resultados en los últimos partidos, fueron el camino de salida de Gustavo Alfaro de Gimnasia y así lo recordó el DT.
“La expectativa estaba, en el compromiso del plantel y de sostener a Gimnasia arriba, más allá de que muchas veces teníamos que lidiar situaciones que te llevaban a una zona gris, como la convocatoria. La salida de Maximiliano Meza la sentimos mucho. Nos costó mucho armar el plantel, porque no estaban dadas las condiciones económicas, y que te saquen al mejor jugador cuando el libro de pases está cerrado y tampoco generó un ingreso importante desde lo económico. Solo un porcentaje de ese pase entró a Gimnasia”, puntualizó Alfaro entre varios hechos que desgastaron la relación.
Y agregó: “Fuimos para adelante como pudimos. Cuando empecé a percibir situaciones que no me gustaban y que eran irreversibles empecé a tomar una decisión. La tomé después del partido de San Lorenzo. Me quedé porque tenía que pasar por la Copa Sudamericana y el clásico y no quería irme ante la expectativa del peor escenario y quedar como un cobarde por no estar. Decidí que si le tenía que ir mal al equipo, le tenía que ir mal conmigo y asumí las responsabilidades como técnico”.
EL PLANTEL
En la extensa charla que tuvo este mediodía con CIELOSPORTS, Gustavo Alfaro también habló del plantel al que le tocó dirigir y aclaró que con ellos no tuvo ningún “desgaste” y explicó cómo fue su manejo.
“Con el plantel no me desgastó en absoluto. Al tomar decisiones, al armar un equipo, las cosas las hice siempre de la misma manera, a lo largo de 25 años. A veces recibí satisfacciones y a veces no. La convivencia no puede ser la misma, pero si el respeto. Exijo respeto, porque trato con respeto. Yo no me sentía desgastado con el plantel”, explicó Alfaro al referirse al plantel que dirigió hasta el clásico en Gimnasia.
“Siempre le di la posibilidad a los jugadores que si tenían algo que decir, que lo diga. Yo siempre digo las cosas en el lugar y en el ámbito que corresponde. La única verdad de un equipo, está en el diálogo que uno puede tener con su plantel y en la frontalidad, sin tener mensajeros. Pido que si me tienen que decir algo, que me lo digan en la cara. Si en algún caso, hay una declaración posterior, las acepto y sé que son parte del juego”, cerró el ahora técnico de Huracán, dejando en claro sus formas y modos.