Con el Decreto 244/25, el gobierno de la provincia de Buenos Aires oficializó un importante convenio firmado con la Facultad de Agronomía de la UBA. A lo largo de cuatro años, buscarán crear una nueva variedad de maíz para mejorar la productivdad de los pequeños productores. Los detalles.
El programa quedó oficializado este viernes con su publicación en el Boletín Oficial, pero el acuerdo se firmó en diciembre del año pasado. El Ministerio de Desarrollo Agrario bonaerense junto a la institución educativa aprobaron un convenio específico de cooperación técnica que tiene una vigencia de cuatro años. Su objetivo es desarrollar híbridos y variedades de maíz “adaptados a la agricultura familiar, orgánica y de calidades diferenciadas”.
El maíz es uno de los principales cultivos del sector agropecuario bonaerense. Aproximadamente, se siembran unas 2,8 millones de hectáreas por año y en el norte de la Provincia los rindes superan las 9 toneladas por hectárea. Mayoritariamente, los grandes y medianos productores utilizan semillas de híbridos transgénicos compradas a empresas privadas.
Sin embargo, este convenio surgió ante los “escasos desarrollos genéticos para algunos ‘ambientes objetivo’. En particular, las áreas subóptimas para el cultivo de maíz, la agricultura orgánica y agroecológica, la agricultura familiar de pequeñas extensiones y para quienes demandan calidades diferenciadas.
A ese público específico apunta el acuerdo entre la UBA y la Provincia. Desde el Ministerio de Desarrollo Agrario estiman que se trata del 30% de los productores de maíz que cubren un 1,8% de la superficie total cultivada en suelos bonaerenses.
A lo largo de 4 años, las partes intentarán desarrollar y registrar ante el Instituto Nacional de Semillas (INASE) “nuevos desarrollos de híbridos y variedades de maíz”. En síntesis, el equipo de la UBA estará a cargo del desarrollo científico y la Provincia aportará recursos, como sus chacras experimentales, para hacer las evaluaciones pertinentes.